Si hacerte un tatuaje es un proceso complejo que requiere de maestría y concentración, el borrarlos no es tarea fácil y te sorprenderás cuál es la manera de eliminarlos de tu cuerpo.
El proceso detrás del borrado de tatuajes vía láser esconde una gran ciencia: estimular a los glóbulos blancos del cuerpo para eliminar un agente patógeno que se aloja en él. En este caso, hablamos de la tinta.
Para comprender qué es lo que sucede al momento de borrarlos, primero cabe recordar que las tintas utilizadas por los artistas al plasmar imágenes y figuras en tu cuerpo, contienen componentes hechos con metales pesados como el cromo y el plomo.
Tan pronto como obtienes el tatuaje, los glóbulos blancos intentan destruir estas partículas de tinta alojadas bajo la piel: la razón por la que son permanentes, es porque dichas partículas son demasiado grandes para nuestros glóbulos blancos.
Sin embargo, durante toda la "vida útil" de tu tatuaje, nuestras células protectoras intentan sacar a estos agentes de nuestro cuerpo para enviarlos por los nodos linfáticos, los cuales conectan con nuestro hígado para ser procesados y luego ser excretados. Es por esta razón que, con el pasar del tiempo, los tatuajes se van deteriorando.
El tratamiento láser tiene como fin acelerar este proceso, produciendo pulsaciones ultra-rápidas a cada pico-segundo (la 0.000000000001 parte de un segundo) en la zona donde está alojada la tinta con sus componentes químicos.
Así, se estimula el trabajo de nuestro sistema linfático, haciendo trabajar a los glóbulos blancos a una gran velocidad. La suficiente para eliminar la tinta tan pronto el láser cubre la piel, como puedes ver en este interesante video:
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