Holly Aston a los 17 años tuvo la “ocurrencia” producto del alcohol de tatuarse un pene en su espalda. También se hizo uno que rezaba dyke en el tobillo y un personaje de X-Men en su brazo.
Todo el mundo ha hecho alguna locura en su juventud. Pero muy pocos han realizado algo parecido a que lo hizo Holly Aston a los 17 años. Y es que tras una noche de alcohol junto a sus amigos permitió que le hicieran los tatuajes que quisieran, siendo el más vergonzoso uno de un pene eyaculando.
Sabía lo que estaban haciendo y no me importó en ese momento. Era una broma y pensé que era gracioso, pero después, cuando desperté al día siguiente y lo vi, pensé: 'Oh, Dios, ¿qué he hecho?'... El juego había terminado y ya no era gracioso", contó Holly Bodyshockers, quien catalogó el tatuaje como "el más vergonzoso" del Reino Unido y del Mundo, pero de paso, también financió una cirugia para eliminarlo, al igual que otros de aquella alocada noche donde terminó con una que rezaba dyke (lesbiana) en el tobillo y un personaje de X-Men en su brazo.
Pn/gm
Agencia Trayectos.