Este libro recopila los últimos hallazgos sobre la influencia del estómago y la flora intestinal en la salud física y mental; a la vez que propone pautas de alimentación y recetas para mejorar la salud intestinal
En el "El Segundo Cerebro" (Ed. Paidós), el periodista y sociólogo especializado en nutrición, Miguel Ángel Almodóvar, compila las investigaciones más recientes sobre el peso del estómago en la salud así como de la relación entre el intestino y el cerebro para el funcionamiento del cuerpo humano.
Este libro plantea que se ha producido un cambio de paradigma en las ciencias de la salud a raíz de finalizar la secuenciación genética de la estructura microbiana que habita el cuerpo humano, "sabemos que, en cada individuo, hay más de 100 billones de microorganismos alojados en el tracto digestivo", afirma Almodóvar.
Conociendo el microbioma
El conjunto de microorganismos que viven en tracto intestinal, es el microbioma, también conocido como flora intestinal.
Según explica el autor a EFE Salud, descubrimientos científicos recientes han verificado que la importancia del microbioma se debe a que cualquier alteración en el equilibrio en ese ecosistema puede producir la disbiosis intestinal, vinculada a la aparición de enfermedades y trastornos como la obesidad, las alteraciones psicológicas o las alergias.
Almodóvar afirma que la secuenciación del ecosistema bacteriano intestinal, abre multitud de expectativas en relación al abordaje terapéutico de enfermedades y como solución potencial al problema de la resistencia microbiana de los antibióticos.
Comunicación cerebro-intestino
Almodóvar recoge las evidencias que constatan que el sistema digestivo no está subordinado al cerebro, "lo que sabemos desde hace poco es que son dos sistemas nerviosos que están en continua comunicación, de alguna manera siempre lo hemos intuido, las mariposas en el estomago con el enamoramiento y ahora tenemos una constancia", explica.
"Estamos hablando de millones de neuronas que están en el intestino y otros millones que están en el cerebro que se están comunicando en dos direcciones", esta relación -afirma el autor- abre un campo interesante para la mejora del diagnóstico y tratamiento de enfermedades y en un futuro se podrá usar para la creación de fármacos y tratamientos más naturales y eficaces.
Alimentos beneficiosos para la salud intestinal
En el libro, Almodóvar aconseja los alimentos que contienen probióticos, "organismos vivos no patógenos que fundamentalmente corresponde a las especies Lactobacilus y Bifidobacterium"; aunque no modifican el microbioma, tienen capacidad de mejorar las funciones del aparato digestivo y el tránsito intestinal si se ingieren en cantidades adecuadas.
Mientras las investigaciones continúan su curso, el autor propone una serie de alimentos que contienen probióticos que repercuten en el bienestar de microbioma intestinal como la leche de cabra, el sésamo, el chocolate negro, el arroz integral o los pepinillos encurtidos e invita a introducir otros menos utilizados cuya aportación va más allá de los probióticos:
Kéfir: Este yogur búlgaro es un fermentado de granos y leche de cabra con alto contenido en Lactobacilus, bifidus y antioxidantes.
Chucrut: Se refiere a la col agria, elaborada fermentando las hojas del repollo en agua con sal. Rico en vitamina A, B, C y E.
Microalgas: el autor destaca las espirulina y clorera por su aporte de Lactobacilus y bifidobaterias.
Sopa de miso: Puede ser un fermentado de centeno, frijoles, arroz o cebada con alto contenido de nutrientes, que además contribuye a la alcalización del organismo y a paliar los efectos de la contaminación ambiental.
Tempeh: Granos de soja fermentados y lo que señala como "una de las mejores fuentes vegetales de vitamina B12, importante para el metabolismo, la formación de glóbulos rojos y el correcto mantenimiento del sistema nervioso central.
Kimchi: col fermentada en vinagre, típica en la gastronomía coreana, que contiene betacaroteno, calcio, hierro y vitaminas B1 y B2.
EFE