Los más antiguos seguidores de la creencia consideran que la persona, encontrada en perfecto estado en Mongolia, está “en un estado de profundo trance meditativo”.
Hace una semana, la misteriosa momia hallada en Mongolia que data de hace unos 200 años, en perfecto estado y en una clásica pose budista, llamó la atención de todo el mundo.
La noticia fue publicada por el diario Siberian Times, donde se explicaba que la cubierta de res con la que estaba envuelto le dio una conservación increíble, tras los análisis en el Centro Nacional de Investigaciones Forenses de Mongolia.
Sin embargo, uno de los más antiguos budistas, Barry Kerzin, también líder espiritual tibetano del Dalai Lama, sostuvo al mismo medio de comunicación que el monje momificado "no está muerto", sino que permanece "en un profundo trance meditativo", una extraña postura llamada "tukdam".
"Si el meditador puede permanecer en este estado de meditación, puede convertirse en un Buda", añadió Kerzin.
Pn/gm
Agencia Trayectos.