En nuestro país el cultivo del olivo se estableció principalmente por el Valle Central, sin embargo las plantaciones no tardaron en extenderse hasta el Valle del Limarí y el Río Biobío.
Erase el año 1492 y Cristóbal Colón llegaba por primera vez a América. El italiano trajo consigo cientos de variedades de especies que se mezclaron con la flora y fauna autóctona del continente. Entre las muchas semillas transportadas, arribaron algunas clases de olivo provenientes de la ciudad de Sevilla. Hacia 1560, ya había plantaciones de olivos en México llegando luego a Perú, Argentina y Chile.
En nuestro país el cultivo del olivo se estableció principalmente por el Valle Central, sin embargo las plantaciones no tardaron en extenderse hasta el Valle del Limarí y el Río Biobío.
Ante tanta variedad, ¿cuál es la característica de cada uno de ellos?
Para comenzar, debemos centrarnos en que es un aceite. Este es un término genérico para designar numerosos líquidos grasos de orígenes diversos que no se disuelven en el agua y que tienen menor densidad que ésta. Una subcategoría de estos, son los dirigidos al consumo humano. La mayoría de estos aceites proviene de la palta, el maíz y la soja. Al hablar de los que extraen del olivo, se debe mencionar que se trata del zumo extraído de la aceituna después de un proceso de decantado y centrifugado para separar el agua de aceite.
Aceite de oliva virgen extra
Se obtiene directamente de aceitunas maduras en excelente estado, solamente por procedimientos mecánicos. Refleja los aromas y sabores propios de la variedad de aceituna de la que proviene y de la tierra donde se ha cultivado. Su acidez máxima no debe ser superior a 0,8º y la mediana de defectos ha de ser igual a 0 y la mediana de frutado mayor de 0.
Aceite de oliva virgen
Sigue los mismos procedimientos de elaboración que el virgen extra. Posee una acidez igual o inferior a 2º y puede presentar unos pocos defectos que no siempre detecta el consumidor(la mediana de defectos tiene que ser inferior a 3,5 y la mediana de frutado mayor de 0).
Aceite de oliva lampante
Su nombre le viene de la utilidad que se le dio en tiempos pasados como combustible para las lámparas o candiles. Por sí solo, no puede ser consumido(ausencia de sabor y color), pero al agregarle entre un 10% y 20% de virgen o virgen extra, pasa a ser comercializable.
Aceite de oliva refinado
Tras la refinación del lampante, el resultado es un aceite inodoro, incoloro, insípido y sin propiedades. Esto cambia con la adición de una proporción de virgen.
Aceite de oliva (a secas)
Es la mezcla de virgen y de oliva refinado. Atención: es el aceite líder en ventas en el mercado.Es el obtenido a partir del refinado de los aceites defectuosos, que no han alcanzado los parámetros de calidad anteriormente citados y de aceite de oliva virgen o virgen extra. Para tenerlo en cuenta: es el aceite más vendido en los distintos mercados.
AGENCIA UNO