Ex Comandante en Jefe de la Armada entrega su visión acerca de este proceso, que lo tiene actualmente cumpliendo roles más virtuales que presenciales, pero que prepara un cierre de campaña en terreno y con la gente.
Apelando a su trayectoria pública, con cargos en la Armada, el Congreso Nacional y la Diplomacia, entre otros, Jorge Patricio Arancibia Reyes, de 81 años, espera quedarse con un puesto en la Convención Constitucional en representación del Distrito 7 (ex Quinta Región Costa), instancia a la que llega como candidato independiente, pero respaldado por Chile Vamos y su lista Vamos por Chile.
Y es que este ex Comandante en Jefe de la Armada de Chile entre 1997 y 2001, ex Senador de la República (UDI) entre 2002 y 2010 y ex Embajador de Chile en Turquía entre 2011 y 2013, asegura que tiene mucho que aportar en la elaboración de una nueva Constitución, de la que aclaró que se mostró contrario a ella votando «Rechazo» en el Plebiscito, pero sólo porque este proceso le generaba incertidumbre.
En conversación con Puranoticia.cl, el "almirante Arancibia" -como aún es recordado por sus seguidores- no quiso eludir ninguna pregunta y se refirió a las críticas que ha generado su participación en este proceso, donde se ha sacado a colación su participación en la dictadura como edecán de Augusto Pinochet. Al respecto, el ex uniformado manifestó su total respaldo y defensa al "Gobierno de las Fuerzas Armadas" que "le cambió el destino al país".
Para comenzar nos gustaría saber cómo se está preparando para las elecciones del 11 de abril y en que etapa se encuentra actualmente su campaña.
- Mi campaña la hemos considerado en tres etapas: la primera es redes sociales, que es el primer mes; el segundo mes será redes sociales y participación en medios, como lo estamos haciendo ahora; y la tercera etapa es hacer un poco más de terreno para tener más contacto con la gente, que es fundamental.
Esto -imaginamos- como medida de prevención ante el Covid-19, ¿cierto?
- Desde luego. Ahí tenemos los famosos aforos, así que estamos limitados a una cierta cantidad de gente. Lo hacemos, no nos negamos a eso, pero es muy limitante. Es lo que hay.
Don Jorge, ¿cuáles son a su juicio las principales dificultades que usted ve en la antesala a este histórico proceso para el país?
- El problema que veo, de cara a la elección, es la dificultad de la elección misma de los candidatos a constituyentes. Nosotros tenemos 87 candidatos en 14 listas y esto habla de una complejidad, porque hay una dispersión de opiniones, votos, alternativas. Ahora me parece interesante, que de los tres bloques clásicos, aparece una serie de subgrupos o listas paralelas que son novedosas, que van a presentar un escenario distinto a lo que estábamos acostumbrados en estos tres grupos. Me parece que hay una participación joven muy interesante que se midió en el Plebiscito. En nuestro Distrito 7 hubo casi 100 mil votos más que lo tradicional. Ahí hay otro tema. De cara a la complicación del producto que pueda salir de esto, es esta paridad en el resultado, es decir cuánto valoramos el voto ciudadano cuando intervenimos en forma tan brutal el resultado de la elección.
Y en relación a estos 100 mil votos más, ¿usted creen que juegan a favor o en contra de sus aspiraciones?
- Yo creo que hubo un mayor entusiasmo de participación. El país estaba con una inyección producida por la explosión social y estallido delictual posterior. Estaba con una vorágine de realmente sentir la necesidad de participar. Eso marcó el Plebiscito, que fue muy impresionante. El resultado del Plebiscito fue muy definitorio y ciertamente eso nos habla y, para mi satisfacción, quisiera que la gente sintiera un deseo de mayor participación en política, de mayor compromiso con su vida misma, no limitarnos a votar cada cuatro años y dejar que estos personajes elegidos hagan lo que quieran. Yo esperaría de estas 14 listas que representen ese mayor compromiso.
¿Cuál es su opinión acerca de la paridad y los cupos reservados para pueblos originarios?
- El problema es que teníamos ocho candidatos a elegir, pero se redujo en uno por los escaños reservados a los pueblos originarios, por tanto elegimos siete. Las listas más grandes se conforman de ocho, pero de esos se hace más complicado aún considerando que cuatro deben ser hombres y cuatro mujeres. Te pongo un caso hipotético: sacas siete mujeres electas, con las mayores votaciones, y un hombre. Bueno, ahí tienes que botar mujeres para poner dos hombres. Lo pongo así, para que las mujeres no se sientan, porque normalmente se hace al revés. El sistema definido es extremadamente complejo y tiene como característica una falta de respeto del voto que le pedimos al ciudadano. Te piden elegir a alguien y sale electo alguien que nada tiene que ver con el resultado de la elección.
- Considerando que usted hizo campaña por el «Rechazo», ¿por que decide ser candidato a una Constitución que usted no quería?
- Yo cuando dije «Rechazo» era porque estimaba inconveniente, en un escenario donde teníamos una explosión delictual, que le hacía tanto daño al país, y le sumas a eso la pandemia, con el impacto que todos hemos sufrido. Entonces, considerar estas dos variables, el poner una tercera, que era el crear una nueva Constitución, generaba incertidumbre porque no sabes qué va a salir de esa carta y por lo tanto cómo nos vamos a mover de aquí en adelante. Yo consideraba que meterle una tercera variable no era adecuado. Por eso rechazaba el Plebiscito y la nueva Constitución. Conocida la opinión de la gente, que dice que de todas maneras queremos esto, y lo quieren por 80/20, ciertamente que estoy disponible de participar en el evento.
- Su candidatura levantó cierta polémica, principalmente desde un sector de la oposición que recuerda sus funciones como edecán de Pinochet. ¿Cómo toma esta situación y qué les puede indicar a sus detractores?
- No, nada. A mis detractores nada. Con la trayectoria de vida que he tenido, llegando a ser Comandante en jefe de la Armada, una institución maravillosa; que fui Senador por la quinta región costa, que es por donde me presento como candidato a constituyente; que fui Embajador de un país maravilloso como Turquía, es que el referente que hace alguien, un adversario mío, que yo fui edecán de Pinochet, es para morirse de la risa. Entonces no le contesto. Ese personaje que planteó ese tema no merece respuesta.
Y como contraparte, ¿cuál es el mensaje a sus adherentes y al resto de la población que podría llegar a votar por usted?
- Que yo soy un orgulloso ciudadano chileno que, entre las múltiples responsabilidades y oportunidades que tuve, fui edecán del general Pinochet. Mi respeto, consideración, reconocimiento a la labor trascendente que en Chile hizo el Gobierno de las Fuerzas Armadas, que le cambió el destino al país de una situación crítica en la que se encontraba el Gobierno de Salvador Allende, a dejar al país de los mejores y más potentes 40 años de su historia, es un hecho que innegablemente y el haber formado parte de ese proceso me llena de satisfacción y orgullo. Lo defiendo, lo respaldo, y estoy seguro que represento a mucha gente que en Chile tiene sentimientos similares a éste.
¿Cree usted que los votantes vean como una limitante el tema de la edad? ¿Pueden ser factor sus 81 años?
- Sería limitante si las condiciones físicas e intelectuales no estuvieran acorde al desafío que se nos plantea. Si la edad es un factor que te otorga experiencia, conocimiento, sabiduría de vida que dan los años y tienes las capacidades físicas para afrontar un desafío como la constituyente, la edad es ciertamente un factor positivo. Esto lo tienes que complementar con gente joven que entra con ideas nuevas, con conocimientos específicos, pero el conocimiento de vida, la experiencia de vida que te da, la limitante a eso podría ser una incapacidad física o intelectual del hombre de edad.
Dicha experiencia de la que habla, ¿cómo la podría llevar a la Convención Constitucional?
- La experiencia que te da eso y que lo puedes escuchar en general entre personas mayores y que enfrentan este desafío, es la disponibilidad de entrar a un debate, a una relación de personas, con respeto, escuchando las distintas posiciones, estar dispuesto a dialogar, debatir, conversar y no con esa pasión, que representa otra característica, de gente de menor edad que pueda complicar el tema. Nosotros, los mayores, vamos a aportar parte de ese saber de vida para lograr el mejor resultado. Cuando leo y sigo a gente que está en la misma edad mía o en los '70, su principal respuesta es esta que te doy, que es participar, dialogar, conversar, buscar acuerdos, que es distinta a la de ciertas posicionex extremas que intentan imponer un sistema. Espero que en la convención predomine esta tendencia vieja de buscar los acuerdos.
PURANOTICIA