Sergio Tranamil Bustamante deberá pasar un mínimo de 20 años tras las rejas antes de obtener cualquier beneficio carcelario, por el asesinato de Erika Romina Rivera Tagle.
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El Séptimo Tribunal de Juicio Oral de Santiago condenó a presidio perpetuo simple a Sergio Antonio Tranamil Bustamante (30), el sujeto que mató a su pareja porque supuestamente lo engañaba "con el pensamiento" y que simuló un asalto para justificar su muerte.
Esta sentencia significa que Sergio Tranamil Bustamante, declarado culpable el viernes pasado por el femicidio de Erika Romina Rivera Tagle (27), deberá pasar un mínimo de 20 años tras las rejas antes de obtener cualquier beneficio carcelario.
"Creemos que la pena es acorde a los graves hechos que se vieron en este juicio", recalcó el fiscal jefe de Peñalolén-Macul, Felipe Sepúlveda, tras conocer la sentencia comunicada hoy por el tribunal.
Además, el imputado fue condenado a 3 años y un día de presidio por el delito de lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar, con lo que la fiscalía logró probar un episodio de agresión contra la víctima anterior a su muerte y que no había sido denunciado.
En el juicio que se extendió por cinco días, la fiscalía acreditó que la víctima perdió la vida tras una golpiza, el 29 de mayo de 2013. Luego de la brutal agresión, Tranamil llevó a Erika Rivera a la Posta 4 de Ñuñoa, donde dijo que habían sido asaltados.
Según su versión, ambos estaban trotando en el sector de la rotonda de Grecia cuando fueron atacados por desconocidos. Sin embargo, la joven llevaba muerta por lo menos 4 horas y presentaba 25 lesiones por golpes. Los médicos no le creyeron y Tranamil se dio a la fuga, pero fue capturado al día siguiente.
Entre las evidencias presentadas en el juicio, el fiscal mostró dramáticos mensajes de la víctima en que pedía auxilio. "Ayúdame, ayúdame, o déjame vivir. Por favor, ayuda, estoy desesperada" y "Por favor ayuda, no quiero seguir con las peleas, con Sergio vamos mal", decían las notas de la víctima, quien estaban escondidas en un estuche de máscaras de pestañas.
En el juicio, el fiscal Sepúlveda también expuso que el acusado alejó a la víctima de su círculo de amigos y familia, que presentaba "celos enfermizos" e incluso decía que la víctima "lo engañaba con el pensamiento". Además, la obligó a dejar su carrera de medicina veterinaria.
Pn/fg
ATON CHILE.
