La iniciativa contempla la supresión de grupos negociadores y regulación de la extensión de beneficios, además se elimina el reemplazo en caso de huelga, pero con algunas excepciones.
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La titular del Trabajo, Javier Blanco, se refirió este miércoles a la reforma laboral que el Gobierno pretende enviar a tramitación en el parlamento a fin de año, sin embargo, destacó que no es aún materia zanjada, pero está en camino de serlo.
Cabe recordar, que fue la propia autoridad del ramo, quien se fijó como plazo final diciembre del 2014 para presentar el proyecto, de hecho, el Ministerio del Trabajo ha intensificado su labor, tomando en cuenta que la iniciativa genera incertidumbre en el sector privado y cuenta con la altas expectativas por parte de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT).
Este miércoles el Gobierno, empresarios y trabajadores se dieron cita en un seminario organizado por la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), donde la ministra del ramo, Javiera Blanco, aprovechó de adelantar parte del proyecto.
La titular de la cartera, desestimó que la titularidad sindical tenga como objetivo la constitución de sindicatos únicos y descartó así prohibir que empleadores y trabajadores negocien contratos individualmente.
Además agregó que el proyecto no considera el establecimiento de la sindicalización automática; dijo que no habrá negociación colectiva interempresas; y apuntó a que no se realizarán cambios a las indemnizaciones por años de servicio.
A lo anterior, se sumo el hecho que la negociación colectiva se ampliará hacia jornadas y horarios de trabajo.
Recordemos, que tanto la negociación interempresas, como la sindicalización automática formaban parte de la agenda de 25 puntos que planteó la CUT al Ejecutivo pero estarían excluidas de los nueve puntos que consideraría la reforma laboral.
Al respecto, la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa, señaló que "es preocupante escuchar estas palabras, porque lo que hacen es instalar una sombra de duda respecto a lo que nosotros entendíamos que ya había sido abordado", dijo.
En tanto, Fernando Alvear, gerente general de la CPC, valoró "la aclaración de que titularidad no significa sindicato único".
La titularidad sindical, según aseguran expertos en la materia, consideraría suprimir los grupos negociadores -que se constituyen exclusivamente para la negociación colectiva-, en aquellas empresas donde ya existe una organización sindical. Así, solo podrán subsistir en las firmas que no cuentan con un sindicato.
Sin embargo, la iniciativa legal mantendría, aunque con modificaciones, la extensión de los beneficios de la negociación colectiva hacia los trabajadores no sindicalizados. Si bien el proyecto consideraría que los sindicatos puedan decidir autónomamente si éstos beneficios se hacen extensivos o no, en la práctica empleadores y trabajadores podrán negociar individualmente sus condiciones laborales, que podrían ser idénticas o mejores a los resultados de la negociación coelctiva.
Finalmente, el tema del reemplazo, contemplaría, además, el fin del reemplazo de trabajadores en huelga. Aunque no habría plazos para permitir ese reemplazo -como se planteaba desde Hacienda, similar a la actual legislación-, sí se considerarían algunas excepciones.
Por ejemplo, estará permitido respecto de los servicios subcontratados: si los trabajadores de una firma subcontratada se paralizan, la firma mandante podrá reemplazarlos de manera de no afectar su propio funcionamiento. Además, las empresas podrían reemplazar al personal en huelga con trabajadores que realizan otras actividades dentro de la misma compañía y se fijarían turnos para cumplir labores críticas.
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