Cuando se cumplen ocho años desde la puesta en marcha del sistema de transporte de pasajeros capitalino Transantiago, el ministro Andrés Gómez-Lobo reconoció que aún hay tres aristas que hacen que todo no funcione como debería.
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El secretario de Estado dijo que esos inconvenientes son el creciente parque automotor particular de la ciudad, pues provoca congestiones vehiculares que afectan directamente los tiempos de viajes de los buses. Y, extrañamente, responsabilizó a los atochamientos de la deficiente frecuencia de las máquinas del Transantiago.
También culpó a la evasión en el pago del pasaje y a los servicios de dispar calidad entregados por las empresas concesionarias, del mal funcionamiento del sistema.
Y si bien destacó que han habido avances desde el inicio del Transantiago, precisó que como parte del Plan de Mejoramiento del sistema partirá la marcha blanca de nuevas pistas exclusivas para los buses. Dijo que los primeros 10 kilómetros en estar listos son en Santa Rosa, Mc Iver, Avenida Matta y General Mackenna.
La idea, puntualizó, es acortar los tiempos de viaje de los miles de usuarios del Transantiago.
Pn/gm
Aton
