El Gobierno se prepara para la instancia ciudadana que se desarrollará en todo el país a contar del 23 de abril.
"Estamos entrando en tierra derecha del Proceso Constituyente", dijo este miércoles el vocero de gobierno, Marcelo Díaz. El portavoz de La Moneda anunció que la primera etapa concreta del proceso constituyente se iniciará el próximo sábado 23 de abril, fecha en la que los ciudadanos serán invitados a participar en los cabildos comunales, instancia que recogerá las primeras ideas para elaborar una nueva Carta Fundamental.
"Hemos tenido que tomar tiempo y dedicarnos a construir con el consejo ciudadano los requisitos que generen esas garantías que la Presidenta les pidió a ellos constituir. Desde esa perspectiva hay una cierta tensión para que partamos rápido", reconoció el portavoz. El ministro Díaz señaló que en los próximos días se comenzará con la campaña de información y motivación para que las personas sepan cómo pueden participar de este proceso.
La primera etapa será para encuentros de carácter local, luego vendrán los cabildos provinciales y regionales desde donde deberían nacer los primeros lineamientos para una nueva constitución. En cuanto a las críticas recibidas por la demora en el inicio del proceso, el titular de la Segegob señaló que "hay distintas visiones y perspectivas sobre el proceso, probablemente una que es muy atendible es que desde la perspectiva de los ciudadanos el proceso no arranca".
En ese sentido, el secretario agregó que "nos interesa que el proceso sea impecable, que dé garantías para todos, pero también es importante que sea un proceso masivo, amplio, de gran convocatoria en que los chilenos por primera vez en la historia de nuestro país sean protagonistas de una discusión constitucional".
Diálogos ciudadanos
El proceso Constituyente convocado por el gobierno para ser usado de fuente en una nueva Constitución Política, avanza según lo previsto por La Moneda. A comienzos de diciembre fue nombrado un grupo de 17 personas como parte de un "Consejo Ciudadano de Observadores", que tienen como función "garantizar la transparencia" de la instancia siguiente en el proceso de formulación de una nueva Carta Fundamental, lo que se ha llamado los "Diálogos Ciudadanos".
El resultado de los diálogos participativos compondrá las bases ciudadanas para la creación de la Nueva Constitución. Con estas bases, la Presidenta dará forma a un proyecto de Nueva Constitución que también recoja lo mejor de la tradición constitucional chilena y reconozca las obligaciones jurídicas que Chile ha contraído con el mundo.
De esta manera, se asegura que durante el 2017 la presidenta enviará al Congreso este proyecto de Nueva Constitución. Para que este cambio constitucional sea posible es necesario modificar la Constitución actual para que permita su reemplazo. Así, este Congreso habilitará al próximo para decidir cómo y quiénes discutirán la Nueva Constitución. Esto deberá ser aprobado por dos tercios de los actuales parlamentarios.
Tras esto, las opciones serán: Comisión Bicameral con diputados y senadores; Convención Constituyente, elegida también en el Congreso que incluya ciudadanos y legisladores; o bien una Asamblea Constituyente.
La cuarta alternativa es un Plebiscito, para que la ciudadanía decida entre las tres opciones anteriores. A diferencia de la reforma que aprobará este Congreso para poder modificar la carta fundamental, el mecanismo deberá ser aprobado por tres quintos de los legisladores que inicien sus funciones en marzo de 2018.
El segundo semestre de 2017, la Presidenta enviará el proyecto definitivo al parlamento. Allí la discusión y posterior aprobación está pronosticada para 2018, una vez que el nuevo Congreso se incline por alguna de esas cuatro alternativas. Una vez despachada la propuesta, se convocará a un plebiscito ciudadano para ratificar o rechazar su contenido.
Varias personas y distintas miradas
El proceso ciudadano ya ha recibido unas cuantas críticas con respecto a su procedimiento. El abogado Patricio Zapata, presidente del Consejo Ciudadano de Observadores para el Proceso Constituyente, salió a rechazar públicamente la posibilidad de que el Gobierno controle la redacción de las conclusiones de los cabildos que consultarán las opiniones de la población.
"Pese a que yo, en lo personal, puedo ser una persona con una posición política más afín al Gobierno, nuestra función es ser autónomos", señaló Zapata al diario La Segunda al ser consultado por el nombre del coordinador del área de Desarrollo Humano del PNUD, Rodrigo Márquez, sugerido por el Ejecutivo para dicha instancia.
El presidente del consejo,agregó que le solicitaron a la autoridad que en las jornadas de capacitación que se llevaran a cabo este fin de semana, los monitores no participaran autoridades.
"Si queremos que este proceso funcione es indispensable que todas las autoridades políticas del gobierno: ministros, intendentes, gobernadores, seremis, jefes de servicios y todos los funcionarios públicos se abstengan de influir en el contenido, resultados y el tono de la conversación. Los ministros, intendentes y gobernadores deben informar lo que se va a hacer, pero de manera objetiva", comentó Márquez a La Tercera.
Incluso hay voces más dramáticas con respecto a los Cabildos participativos. El académico de la Universidad de Chile, Ernesto Águila, ha señalado que la posibilidad de que esta iniciativa -y con ello una etapa clave del proceso constituyente- se encamine a un fracaso político es alta. Entre sus razones para afirmarlo está "el número aproximado de participantes por Cabildo con el tiempo razonable de cada intervención, llegó a un número de 45 ciudadanos por provincia cuya voz podría escucharse", señala.
Además agrega que esta situación podría ser catastrófica, debido a que "lo proyectado a nivel nacional daría una cifra aproximada de dos mil 500 ciudadanos con posibilidades de haber hablado una vez, lo que equivale al 0,02 % del padrón nacional. Si se tratara de un mecanismo representativo no sería dramático, pero sí lo es para uno de tipo participativo o directo".
Una segunda dificultad tiene relación con la representatividad de los participantes. "Se dice que participará todo el que llegue a la convocatoria ese día, lo que podría generar una asamblea inmanejable por su número. Así, la posibilidad de que el día del Cabildo se instale una Asamblea paralela está cantada", comenta el académico.
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