El holandés Sjaak Rijke, liberado el pasado lunes tras pasar tres años secuestrado en Mali por Al Qaeda en el Magreb Islámico, aseguró hoy que no sabe cuánto más habría aguantado si no le rescatan, según una declaración difundida por el Ministerio de Exteriores de Holanda.
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Rijke, que se encuentra con su esposa en un lugar que no ha sido revelado, reconoce en ella que pasó miedo durante la operación de liberación, llevada a cabo por las fuerzas especiales francesas.
El ciudadano holandés explica que los últimos años en cautiverio fueron "física y mentalmente muy duros".
"Mentalmente cada vez fueron más difíciles, porque cada vez tenía menos esperanzas de que fuese a acabar bien", relata.
"No sé cuánto más habría aguantado", añade, y explica que pensar en volver a reunirse con su familia y sus amigos le mantuvo con fuerza.
También explica que el tiempo que ha pasado en el desierto le ha afectado físicamente porque soportó temperaturas extremas, durmió a la intemperie y los alimentos escaseaban, pero agrega que hizo todo lo posible por mantenerse ágil y hacer deporte.
Rijke asegura que, durante el cautiverio, sus secuestradores le trataron bien y que, tras algunos incidentes, siempre cuidaron de él.
El ministro de Asuntos Exteriores holandés, Bert Koenders, mantuvo una larga conversación telefónica hoy con Rijke y su esposa, informó la agencia ANP.
Rijke ya había hecho saber a través de su familia que no desea grandes celebraciones a su regreso a Holanda, que aún se desconoce cuando se producirá, según dijo hoy el alcalde de la localidad donde reside, Woerden (centro del país), Victor Molkenboer, a la televisión local.
Sus familiares comentaron que Rijke aprecia las muestras de cariño de sus compatriotas, que ya han pintado algunas calles de la localidad de amarillo a modo de homenaje.
Rijke, un conductor de trenes que estaba de vacaciones con su esposa cuando fue secuestrado en noviembre de 2011 en Tumbuctú, fue liberado el pasado lunes por las fuerzas especiales francesas y, tras reunirse con el presidente maliense, Ibrahim Bubacar Keita, declaró que se sentía "contento de recobrar la libertad" y que fue "bien tratado" durante su cautiverio.
La operación se llevó a cabo en el extremo septentrional de Mali y acabó con la captura de varios presuntos terroristas, mientras Rijke fue llevado a la base de Tessalit, puesto avanzado de la operación Barkhane de las fuerzas francesas en Mali, antes de viajar a la capital maliense.
Rijke había aparecido a finales del año pasado en un vídeo junto al francés Serge Lazarevic, liberado en noviembre en un punto de la frontera entre Mali y Níger.
Desde hace un año, 500 militares holandeses participan en la estabilización y la seguridad de Mali dentro de la misión MINUSMA de la ONU.
pn/kf
EFE
