A esa conclusión llegó el peritaje preliminar independiente realizado por la empresa noruega DNV, contratada por el gobierno de la capital de México.
Una "falla estructural" estuvo detrás del derrumbe de la línea 12 del metro de Ciudad de México, que dejó 26 muertos el pasado mayo.
A esa conclusión llegó el peritaje preliminar independiente realizado por la empresa noruega DNV, contratada por el gobierno de la capital de México.
"El incidente fue provocado por una falla estructural asociada a deficiencias en el proceso constructivo", expresó este miércoles en un mensaje a medios el secretario de Obras y Servicios de la Ciudad de México, Jesús Antonio Esteva Medina, al leer las conclusiones del primero de los tres informes preliminares de la investigación.
A este primer estudio le seguirán la publicación de otros dos informes: uno el 14 de julio y el tercero y definitivo, el 30 de agosto de este año.
Las conclusiones
El peritaje preliminar reveló que en las trabes (vigas) del puente derrumbado faltaban pernos, había soldaduras incompletas y diferentes tipos de cemento.
Además, algunas de las obras no coincidían con el "plano de diseño" original, informó la agencia EFE.
No obstante, en el informe se destacó que la línea operaba "cumpliendo con los protocolos de mantenimiento rutinario".
La estructura del viaducto colapsó en uno de sus tramos elevados, que desde su inauguración fueron víctima de constantes reparaciones por sus desperfectos.
En la presentación de conclusiones estaba la alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y representantes de la empresa noruega, si bien no estuvo presente la directora del metro.
Sheinbaum insistió en que se trata de un "reporte preliminar" y que hay otros procesos en marcha.
De hecho, el Colegio de Ingenieros Civiles de México presentará este jueves su propio informe.
Qué pasó
La línea 12 colapsó en la noche del 3 de mayo en el sureste de la capital mexicana, en el paso elevado entre las estaciones de Olivos y Tezonco.
El tren con pasajeros quedó encallado en forma de "V" y dejó 26 muertos y decenas de heridos.
Las imágenes del derrumbe del puente, que cayó encima de coches que circulaban por la calle, conmocionaron al país en la mayor tragedia que se recuerda en la capital desde el terremoto del 19 de septiembre de 2017.
La línea en cuestión había estado rodeada de polémica por sus desperfectos desde la inauguración. Sus nueve años han estado marcados por cierres, deterioros y reparaciones.
El accidente golpeó la imagen del exalcalde y actual canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en cuyo mandato se construyó la llamada línea dorada en 2012, y de la actual alcaldesa.
Responsabilidades
La alcaldesa se limitó a señalarque "las responsabilidades de empresas o servidores públicos son competencia de la Fiscalía" de la ciudad.
"A nosotros, a la jefa de gobierno, nos corresponde que la línea 12 pueda circular lo antes posible en condiciones de seguridad", manifestó.
En el acto donde se presentaron las conclusiones, no se aceptaron preguntas de los periodistas.
En 2017, el entonces director del Metro de Ciudad de México, Jorge Gaviño, aseguró que la línea "nació con problemas endémicos que no se van a solucionar nunca en su vida" y que requeriría mantenimiento "de una manera permanente".
PURANOTICIA // BBC MUNDO