Tras la incertidumbre inicial, que retrasó en un día las negociaciones, la llegada a Ginebra de los delegados de la facción que controla Trípoli dio oxígeno a estas consultas.
Las negociaciones de paz para Libia entraron hoy en una fase crucial tras dos días de reuniones entre representantes de facciones rivales, que están "determinados a concluir este proceso tan pronto como sea posible", según la ONU, anfitriona del diálogo.
El mediador de Naciones Unidas, Bernardino León, conminó a todas las partes a llegar en tres semanas a un acuerdo para la formación de un gobierno de unidad nacional, en base a un documento suscrito el mes pasado en Marruecos, y que pueda ser ratificado a principios de septiembre.
Tras la incertidumbre inicial, que retrasó en un día las negociaciones, la llegada a Ginebra de los delegados de la facción que controla Trípoli dio oxígeno a estas consultas.
Esa facción había amenazado con boicotear esta ronda debido a su rechazo al acuerdo de Marruecos firmado por el gobierno rival, asentado en Tobruk (extremo nororiental del país) y que es el único que reconoce la comunidad internacional.
El español Bernardino León consiguió convencer al gobierno de Trípoli -el Congreso General de la Nación (CGN)- para que enviase a una delegación y hoy aseguró que los participantes mostraron "optimismo" en relación al resultado de este proceso negociador.
En una declaración emitida por su oficina, el mediador dijo que explicó a los delegados cómo se desarrollarán en adelante las discusiones sobre los anexos que acompañarán al acuerdo, donde ha prometido al gobierno de Trípoli que se podrán abordar sus demandas y preocupaciones.
Al termino de esta ronda, el primer vicepresidente del parlamento que legisla en Tobruk, Emhemed Shoaib, consideró positivo que "personas moderadas" de la facción rival hayan participado en las conversaciones, a pesar de la fuerte oposición interna.
Sobre el acuerdo que firmó su agrupación política en Marruecos, sostuvo que "está cerrado, lo que no significa que no podemos abrir la puerta a la discusión de los anexos y abordar, a este nivel, cualquier comentario o reserva que el CGN pueda tener".
Shoaib reconoció que "el tiempo está contra Libia" y que ante la enorme crisis que vive el país "tenemos que acelerar este proceso".
Lo mismo señaló León, quien aseguró también que "las conversaciones se desarrollaron en una atmósfera positiva".
Según el mediador, quien es jefe de la Misión de Apoyo de la ONU para Libia, todos enfatizaron "la necesidad de poner de lado los intereses partidarios y que primen, por encima de todo, los intereses de Libia".
En estos dos días de reuniones en Ginebra no sólo participaron representantes de los dos principales actores políticos libios que ejercen gobiernos paralelos y controlan distintas partes del territorio libio, sino también activistas políticos y enviados de municipios.
Este enfoque responde a la voluntad de Bernardino León de integrar a todos los componentes de la sociedad libia en la búsqueda de una solución al caos que reina en ese país del norte de Africa.
No obstante, este último día de la ronda de negociaciones se vio perturbado por las informaciones relacionadas con la dimisión del primer ministro del Gobierno libio asentado en Tobruk, Abdelá al Zeni.
Al respecto, Shoaib sostuvo que esa renuncia le sorprendió como a todos los demás y adelantó que es probable que dentro de una semana ya exista una nominación para reemplazar a Al Zeni.
Asimismo, dijo que las negociaciones de paz se reanudarían a finales de la próxima semana, posiblemente en Marruecos.
Pn/ci
EFE