Los manifestantes aseguran que permanecerán encerrados para evitar que la sinagoga Ayelet Hashachar y la yeshivá (escuela talmúdica) adyacente sean tiradas abajo por las autoridades
Jerusalén, 4 nov (EFE).- Cientos de colonos israelíes están encerrados desde anoche en una sinagoga del asentamiento judío en Cisjordania de Givat Zeev para evitar que sea demolida, tal como ha ordenado el Tribunal Supremo por estar levantada en tierras privadas palestinas.
Los manifestantes aseguran que permanecerán encerrados para evitar que la sinagoga Ayelet Hashachar y la yeshivá (escuela talmúdica) adyacente sean tiradas abajo por las autoridades, informó hoy la radio israelí.
Este miércoles, una pared del Tribunal Supremo amaneció con una pintada que decía: "No se destruye una sinagoga. Queremos un estado judío", informó la Policía israelí.
La corte ordenó el derrumbe, con plazo límite para el 5 de noviembre, después de que se demostrase que los documentos de compra del terreno habían sido falsificados y que éste pertenece a una familia palestina.
"La sinagoga fue construida en tierra del difunto Ragah Allatif, residente del pueblo palestino de Al Yib. Si bien la demolición de una sinagoga es sin duda lamentable, un lugar de oración no debe convertirse en un símbolo de robo de tierras", aseguró hoy en un comunicado Yesh Din, la ONG israelí que representa a los propietarios del terreno.
La Policía ha pedido que se posponga la demolición, por temor a que se produzcan ataques de venganza por parte de colonos radicales israelíes contra palestinos y sus propiedades, pero la corte aún no ha respondido a la petición, informó hoy el diario Haaretz.
Para Yesh Din, "la Policía busca repetidamente pretextos para evitar llevar a cabo su trabajo, pese a la sentencia decisiva del Tribunal Supremo de que la estructura debe ser quitada porque se construyó en tierra privada".
Givat Zeev es una colonia al noroeste de Jerusalén con una población de 15.000 personas y se trata del quinto mayor asentamiento israelí en Cisjordania, según datos del diario Jerusalem Post. EFE
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