"Las fuerzas aéreas y terrestres del Ejército están atacando actualmente en la Franja de Gaza", señalaron en un escueto comunicado en Twitter las Fuerzas de Defensa de Israel.
El conflicto entre israelíes y palestinos se intensifica. Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF, por sus siglas en inglés) anunciaron este viernes hora local una nueva ofensiva por tierra y aire en Gaza, la mayor desde que el lunes estallara la violencia en la zona.
"Las fuerzas aéreas y terrestres del Ejército están atacando actualmente en la Franja de Gaza", señalaron en un escueto comunicado en Twitter.
Medios estadounidenses como el diario The New York Times y The Washington Post informan que Israel también inició una ofensiva terrestre con militares cruzando al enclave, lo que supondría una escalada de la tensión inédita desde la guerra de 2014.
No obstante, medios israelíes desmintieron esa información.
El conflicto se desató el lunes y se prolongó hasta este viernes, con militantes palestinos lanzando cohetes contra Israel y el Ejército israelí manteniendo un aluvión de ataques aéreos.
Desde el lunes, la violencia ha provocado al menos 103 muertos en Gaza y 7 en Israel.
El conflicto se desató el lunes y se prolongó hasta este viernes, con militantes palestinos lanzando cohetes contra Israel y el Ejército israelí manteniendo un aluvión de ataques aéreos.
Las autoridades de Gaza, un territorio controlado por el grupo militante islamista Hamás, aseguraron que entre los fallecidos están muchos civiles, incluidos 27 niños.
Israel, por su parte, asegura que decenas de personas muertas en Gaza eran militantes y que algunas de las muertes se produjeron a causa de cohetes fallidos en el territorio. También reportó que entre los fallecidos en el país se encuentra un menor.
A medida que los enfrentamientos se intensificaron, en Israel también se produjeron graves incidentes de quemas de negocios y linchamientos en ciudades de población árabe y judía, lo que llevó al presidente del país a advertir de una "guerra civil".
El inicio del conflicto
Esta semana negra comenzó tras un largo periodo de tensión entre israelíes y palestinos en Jerusalén Este.
Hamás había amenazado con atacar Israel luego de que más de 300 palestinos resultaran heridos en enfrentamientos con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas, donde se encuentra la de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado para los musulmanes.
A su vez, esos incidentes se produjeron tras las disputas y los choques por los planes para desalojar a algunas familias palestinas de sus casas en el barrio de Sheij Jarrah.
Una mujer palestina y un hombre judío discuten en Sheij Jarrah.
Un grupo de colonos judíos reclama algunas de sus tierras y propiedades en los tribunales israelíes, de ahí la amenaza de desahucio sobre las familias palestinas en Sheij Jarrah, "uno de los principales barrios palestinos de Jerusalén Este, donde los palestinos se han quejado en los últimos años del creciente número de colonos judíos que llegan", le explicó a BBC Mundo Mohamed Yehia, editor del servicio árabe de la BBC.
Israel considera a toda la ciudad como su capital, aunque no es reconocida como tal por la mayor parte de la comunidad internacional.
Así, en los últimos años, el gobierno israelí y los grupos de colonos han trabajado para asentar a judíos en áreas palestinas cerca de la ciudad vieja.
Por su parte, los palestinos reclaman a Jerusalén Este como la futura capital de un añorado Estado independiente.
Sin signos de desescalada
Pese a los llamamientos internacionales, incluido por parte de Estados Unidos, aliado de Israel, hasta este viernes no había signos de desescalada.
Desde Hamás señalaron que el grupo estaba preparado para un alto el fuego "recíproco" si la comunidad internacional presionaba a Israel para que detuviera "sus acciones militares" contra la disputada mezquita al-Aqsa, en Jerusalén.
No obstante, el portavoz del Ejército israelí Hidai Zilberman señaló que el país no buscaba un cese de hostilidades en este momento, informó The Times of Israel.
PURANOTICIA // BBC MUNDO