
El undécimo juez militar policial de Perú decretó el ingreso en prisión de Gonzales a partir de la petición del fiscal militar policial "por el delito de desobediencia, y al existir elementos que harían presumir la convicción del delito".
Lima, 2 abr (EFE).- El técnico de la Marina de Guerra de Perú Alberto Gonzales, tercer implicado en el presunto espionaje de Chile a la Armada peruana, ingresó en prisión de manera preventiva por seis meses mientras se desarrolla la investigación, informó hoy un comunicado de la Marina de Guerra.
El undécimo juez militar policial de Perú decretó el ingreso en prisión de Gonzales a partir de la petición del fiscal militar policial "por el delito de desobediencia, y al existir elementos que harían presumir la convicción del delito".
El técnico se encontraba hasta el momento en un régimen de comparecencias periódicas ante las autoridades que instruyen la investigación.
Gonzales fue internado en el Centro de Reclusión Naval de la Base Naval del Callao, donde también se encuentran el operador de comunicaciones Johnny Pilco y el analista de información de inteligencia Alfredo Domínguez, procesados en el mismo caso por delitos de traición a la patria e infidencia.
De acuerdo con las investigaciones preliminares, los tres suboficiales de la Armada peruana fueron captados entre 2006 y 2011 por presuntos militares chilenos, a los que entregaron información clasificada.
El canal América Televisión publicó el miércoles por la noche un vídeo casero en el que Gonzales se filmó a sí mismo antes de su detención para acusar a los jefes de inteligencia de la Armada peruana de desviar fondos destinados a la lucha contra el narcotráfico.
La esposa de Gonzales, Jessica Almeida, reconoció al mismo canal Televisión que su marido realizó repetidos viajes al extranjero de corta duración sin pedir permiso a la Marina de Guerra.
Tras hacerse público el caso del presunto espionaje, Perú llamó a consultas a su embajador en Chile el pasado 20 de febrero, cuando también envió una primera nota de protesta pidiendo explicaciones por el presunto espionaje, que fue respondida por Chile, de manera reservada, el 3 de marzo.
La Cancillería peruana replicó el 7 de marzo con la retirada de su embajador al considerar que las acciones de espionaje están debidamente acreditadas, por lo que exigió mayores explicaciones y remitió información complementaria.
Después de que el presidente peruano Ollanta Humala insistiera el martes en que la respuesta de Chile no podía pasar de esta semana, el Gobierno chileno respondió el miércoles, y ahora el Gobierno peruano todavía analiza su reacción a esa nota, cuyo contenido no ha trascendido. EFE
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