Australia quiere limitar su acogida de refugiados sirios a grupos minoritarios, sobre todo cristianos, y a familias que se encuentran en campos de refugiados, dijo hoy la ministra de Exteriores, Julie Bishop.
Sídney (Australia), 8 sep (EFE).- Australia quiere limitar su acogida de refugiados sirios a grupos minoritarios, sobre todo cristianos, y a familias que se encuentran en campos de refugiados, dijo hoy la ministra de Exteriores, Julie Bishop.
"Creo que las minorías cristianas son perseguidas en Siria e incluso de terminar el conflicto, todavía serían perseguidas", declaró Bishop en una entrevista con la cadena ABC.
"Así que creo que el enfoque será en asegurarnos tener acceso a aquellas minorías étnicas y religiosas que no tienen un hogar al cual regresar cuando termine el conflicto", añadió.
Según Bishop, los planes del gobierno australiano incluyen también a otros grupos minoritarios como maronitas, yazidís o drusos, así como las familias que se encuentran en campos de refugiados en la frontera de Líbano, Jordania y Turquía.
El primer ministro, Tony Abbott, se mostró el domingo dispuesto a acoger más refugiados sirios sin variar la cuota de 13.750 refugiados que acepta cada año.
El gobierno australiano perfilará su respuesta a partir de las negociaciones que el ministro de Inmigración, Peter Dutton, mantendrá esta semana en Ginebra con la Alta Comisaría para los Refugiados de la ONU (Acnur).
Según Bishop, esta respuesta se centrará en recibir de forma permanente a los refugiados sirios sin descartar una acogida temporal como sucedió en 1999 cuando recibió en barracas militares a 4.000 kosovares, de los cuales 3.500 retornaron a su país.
"En el caso de Australia sería una opción hacer algo similar al modelo Kosovo, mediante la cual se acogería a la gente temporalmente hasta que termine el conflicto y puedan retornar (a casa)", dijo la ministra.
Hasta hace poco el Gobierno de Abbott se negó a acoger a bangladesíes y de la minoría birmana de rohinyá varados en alta mar durante la crisis humanitaria en el sudeste asiático de este año, aunque está dispuesto a hacer una excepción en el caso de Siria.
"Es una crisis humanitaria de escala sin precedentes", aseguró Bishop, que atribuyó la capacidad de acoger a una mayor cantidad de refugiados al supuesto éxito de la política contra la inmigración ilegal.
Australia tiene una férrea política de inmigración, que incluye la devolución a sus puertos de embarque de barcos con solicitantes de asilo que intentan ingresar al país por la vía marítima y su detención o reubicación en terceros países. EFE