El número de víctimas, además de civiles, incluye a las fuerzas leales a Hadi, a los combatientes hutíes y a los fieles al exmandatario Ali Abdalá Saleh.
Saná, 12 abr (EFE).- Al menos 229 personas han muerto y 1.575 han resultado heridas en enfrentamientos desde el inicio de los combates entre los rebeldes y las milicias leales al presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, en la ciudad meridional de Adén.
El director de la oficina de Sanidad de Adén, Lajdar Lasur, explicó a Efe que esa cifra comprende las víctimas entre el pasado 26 de marzo y ayer sábado.
El número de víctimas, además de civiles, incluye a las fuerzas leales a Hadi, a los combatientes hutíes y a los fieles al exmandatario Ali Abdalá Saleh.
No obstante, Lasur especificó que la mayoría de los muertos hutíes y combatientes leales a ellos no están registrados porque sus compañeros trasladan sus cuerpos fuera de la ciudad, principalmente hacia Saná, que está bajo control del grupo chií.
El responsable sanitario añadió que los equipos médicos están teniendo dificultades en la recuperación de los cadáveres de las zonas de combate, y "los cuerpos pueden estar tirados durante dos o tres días en las calles".
Asimismo, informó de que los combatientes hutíes secuestraron hoy a nueve voluntarios de los campos de refugiados de Adén, que están siendo testigo de feroces batallas entre rebeldes y milicianos leales al presidente Hadi.
"Son todos voluntarios de organizaciones de la sociedad civil y no son empleados; se ofrecen como voluntarios para llevar los medicamentos a los hospitales", señaló Lasur, que añadió que los hutíes también se incautaron de ambulancias.
Desde que comenzó el pasado 26 de marzo la ofensiva "Tormenta de la Firmeza", liderada por Arabia Saudí, han sido frecuentes las denuncias de que los bombardeos causan numerosas víctimas civiles.
La coalición defiende que ataca objetivos precisos en manos de los hutíes, pero que estos se esconden entre los civiles o incluso los utilizan como escudos humanos.
Arabia Saudí y sus aliados han justificado su ofensiva en la necesidad de defender la legitimidad del presidente Hadi, en la amenaza que suponían los hutíes para Arabia Saudí y en el peligro de que Irán extendiera su influencia en la región a través de estos rebeldes. EFE
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