Un tribunal paquistaní había paralizado a finales de septiembre la ejecución de Basit debido a que se encuentra en una silla de ruedas y no es capaz de permanecer de pie para ser colgado, como establece la normativa.
Amnistía Internacional (AI) y la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP) han solicitado a las autoridades paquistaníes que suspendan el ahorcamiento previsto para mañana de un parapléjico, ejecución que supondría la número 300 desde el fin de la moratoria a la pena de muerte en diciembre.
"El fervor de Pakistán por las ejecuciones es una ofensa a los derechos humanos. (...) Incluso si las autoridades suspenden la ejecución de Abdul Basit, un parapléjico, Pakistán mantendrá todavía una media de una ejecución diaria", afirmó hoy en un comunicado el director de AI para el Sur de Asia, David Griffiths.
Un tribunal paquistaní había paralizado a finales de septiembre la ejecución de Basit debido a que se encuentra en una silla de ruedas y no es capaz de permanecer de pie para ser colgado, como establece la normativa.
Por ello, la directora de HRCP, Zohra Yusuf, insistió en una nota en que un prisionero en silla de ruedas nunca podrá ser ahorcado "de una manera humana y digna, como indica la legislación paquistaní e internacional", por lo que su ejecución debe ser suspendida.
"Continuar con la ejecución de Abdul Basit en estas circunstancias iría contra todas las normas de justicia civil", sentenció la activista.
Abdul Basit, de 43 años, fue condenado por asesinato en 2009 y un año después contrajo en prisión meningitis tuberculosa, que lo dejó parapléjico.
Según Amnistía Internacional, su ejecución sería la número 300 desde que Pakistán levantó la moratoria que pesaba sobre la pena de muerte para casos de terrorismo en diciembre pasado, un veto que en marzo se levantó definitivamente para el resto de casos.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, reanudó las ejecuciones como respuesta al ataque talibán a una escuela en la ciudad de Peshawar hace poco menos de un año, que causó la muerte de 151 personas, 125 de ellas niños.
Pn/ci
EFE