No es raro que las personas desarrollen problemas pulmonares después de un desastre natural, incluso si nunca los han tenido. Además, hay que estar alerta a la ingesta de agua y alimentos que pudieran estar contaminados o en mal estado y a los accidentes.
A medida que la lluvia cesa y las inundaciones comienzan a bajar, se inicia un proceso de limpieza y reconstrucción que no está libre de riesgos. La directora de Enfermería de la Universidad Andrés Bello sede Concepción, Sara Contreras, advierte sobre las medidas que se deben tomar en esta etapa de la emergencia.
Por ejemplo, señala, “cuando las aguas se retiran las zonas afectadas suelen quedar cubiertas de limo y barro que pueden estar contaminados con materiales peligrosos como restos punzantes, pesticidas, combustible y aguas residuales sin tratar”.
Además, la proliferación de moho, potencialmente peligrosa, puede inundar rápidamente las estructuras empapadas de agua y se pueden provocar brotes de enfermedades transmitidas por el agua, como la fiebre tifoidea, la hepatitis A y el cólera.
“Para ello debemos de pensar en tomar medidas que se aplican a corto, mediano y largo plazo. Como primeras medidas, podemos considerar, no realizar trabajos de limpieza hasta que el agua baje, no manipular artefactos eléctricos y siempre desconectar el interruptor o la térmica”.
A esto se suma, no tocar cables del tendido eléctrico que estén derribados, utilizar botas y guantes de goma durante la limpieza, ventilar las habitaciones y retirar los alimentos que hayan estado en contacto con el agua y los que hayan estado por más de 2 horas sin refrigeración. “Deseche los artículos que no pueda lavar y desinfectar, como colchones, alfombras, tapices, juguetes, revestimientos de muros y paredes y productos de papel”, recomienda.
Proliferación de microorganismos y problemas respiratorios
Es que el agua estancada y los materiales húmedos “son un ambiente ideal para los microorganismos, como virus, bacterias y moho, que pueden causar enfermedades, provocar reacciones alérgicas y seguir dañando los materiales mucho tiempo después de la inundación”.
El exceso de humedad en las casas es una preocupación relativa a la calidad del aire de los interiores por tres motivos. En primer lugar, “los microorganismos que ingresan en las casas durante las inundaciones pueden presentar un peligro para la salud. Pueden penetrar profundamente en los materiales porosos sumergidos y luego pueden liberarse en el aire o el agua. Estar en contacto con el aire o el agua que contiene estos organismos puede provocar una enfermedad”.
Un segundo factor para tener en cuenta es que la humedad elevada y los materiales húmedos crean entornos ideales para el crecimiento excesivo de microorganismos que siempre están presentes en las casas, lo que puede provocar más problemas de salud como las reacciones alérgicas. Por último, el incremento de la humedad a largo plazo en las casas también puede fomentar el crecimiento de ácaros, que es una de las causas principales de reacciones alérgicas y asma.
“Tenga paciencia. El proceso de secado puede llevar varias semanas, y el crecimiento de microorganismos continuará siempre que la humedad sea alta. Si la casa no se seca por completo como corresponde, puede haber olor a humedad, que es una señal de la proliferación de microorganismos mucho tiempo después de la inundación”, recomienda la especialista.
No es raro que las personas desarrollen problemas pulmonares después de un desastre natural. Frente a esto se debe monitorear cualquier síntoma respiratorio que pueda surgir, incluyendo: tos, especialmente por la noche, sibilancias o sensación de falta de aire, opresión o dolor en el pecho. “Busque ayuda médica de emergencia inmediatamente si las uñas o los labios se ponen azules o si siente un dolor intenso en el pecho”.
Limpieza de materiales nocivos
Además, como medidas específicas en el momento de la limpieza de escombros o de una casa que ha estado inundada, la académica menciona. “No permita que sus niños jueguen en el agua de inundaciones o con piedras, barro o residuos que hayan estado en aguas de inundaciones. Si usted o su niño tienen una herida abierta que entra en contacto con el agua contaminada, pueden necesitar de una inyección de refuerzo contra el tétanos para prevenir enfermedades”.
Como consejo suma usar botas y guantes de hule cuando esté limpiando y cerciórese de proteger o cubrir cualquier herida. “Es importante que todos deben practicar higiene básica y lavarse las manos con frecuencia o usar desinfectante de manos, especialmente antes de manipular alimentos o envases/recipientes con alimentos”.
La contaminación del agua potable y los alimentos
Otra arista importante es la ingesta y uso de agua y alimentos. En este sentido, Contreras es enfática en que “no se debe utilizar agua contaminada para lavarse las manos, lavar platos, cepillarse sus dientes, lavar o preparar alimentos, hacer hielo o preparar la leche del bebé. Si es posible, utilice leche líquida. Además, el agua para beber debe ser desinfectada hirviéndola o por cloración o deben identificarse otros suministros alternativos de agua (por ejemplo, agua embotellada)”.
En relación con los alimentos o cualquier otro objeto que haya sido contaminado “debe ser tirado a la basura, incluyendo a los alimentos enlatados, agua embotellada, utensilios para comer, superficies interiores (especialmente aquellas que se usan para preparar los alimentos del bebé) y los chupos, chupones o tetinas de biberón. ¡Si tiene duda, mejor tírelo!”.
Si se quedó sin servicio de electricidad por mucho tiempo, puede que también tenga que desechar los alimentos que se hayan descompuesto o contaminado.
La contaminación de las superficies
Otro punto importante es que las superficies contaminadas requieren ser desinfectadas para matar a los gérmenes. Los blanqueadores (cloro) para uso doméstico son eficaces, económicos y se pueden conseguir en los supermercados. La solución de cloro debe dejarse sobre las superficies contaminadas por lo menos durante 2 minutos antes de ser limpiadas.
Los productos de limpieza, esterilización y desinfección no deben utilizarse en cercanías de los niños, se debe mantener una ventilación adecuada durante cualquier proceso de limpieza o esterilización para prevenir que se inhalen vapores potencialmente tóxicos.
PURANOTICIA