Los manifestantes se oponen principalmente a la implementación de pases sanitarios que impiden a los no vacunados entrar a restaurantes o bares, entre otros locales comerciales.
Decenas de miles de personas marcharon este domingo en Bruselas, la capital de Bélgica, para protestar contra las medidas anti-Covid.
Algunos manifestantes lanzaron material pirotécnico a los policías, que respondieron a su vez con gases lacrimógenos y chorros de agua.
Los manifestantes se oponen principalmente a la implementación de pases sanitarios que impiden a los no vacunados entrar a restaurantes o bares, entre otros locales comerciales.
Esto se produce después de nuevas protestas en los Países Bajos contra las restricciones impuestas para prevenir el contagio de coronavirus.
El viernes en la noche, los choques entre manifestantes y autoridades en Rotterdam se tornaron violentos. La policía disparó en varios puntos de la ciudad.
Las calles en Austria, Croacia e Italia también se llenaron de manifestantes.
En Bélgica se han endurecido las reglas sobre el uso de las mascarillas y ya se exigen pases de vacunación contra el Covid-19 para acceder a restaurantes.
Además, la mayoría de los belgas tendrá que trabajar desde casa cuatro días a la semana hasta mediados de diciembre y está previsto hacer obligatoria la vacunación del personal sanitario.
El sábado la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo estar "muy preocupada" por el aumento de los casos de coronavirus en el continente.
Su director regional, el doctor Hans Kluge, le dijo a la BBC que a menos que se refuercen las medidas en toda Europa, es probable que se registre medio millón de muertes más para la próxima primavera.
"El Covid-19 se ha convertido de nuevo en la primera causa de mortalidad en nuestra región", afirmó. "Sabemos lo que hay que hacer" para combatir el virus: vacunarse, usar mascarillas y utilizar pases de covid, agregó.
Gobiernos de todo el continente están introduciendo nuevas restricciones para intentar atajar el aumento de las infecciones. En varios países se están registrando cifras récord de casos diarios.
El sábado en los Países Bajos, por segunda noche consecutiva, se registraron en varias ciudades.
Manifestantes encapuchados prendieron fuego a las bicicletas de renta en La Haya, mientras la policía antidisturbios utilizó caballos y perros para disolver a la multitud. Las autoridades declararon estado de emergencia en la ciudad y al menos siete personas fueron detenidas.
La policía dijo que una ambulancia que transportaba a un paciente fue atacada con piedras. Los agentes de la ciudad indicaron en redes que cinco compañeros resultaron heridos, uno de los cuales fue trasladado a un centro médico por una lesión en la rodilla.
En el resto del país, dos partidos de fútbol de la máxima categoría se interrumpieron brevemente después de que los hinchas irrumpieran en el recinto y corrieran hacia el campo. Los aficionados tienen prohibido el acceso a los estadios debido a las nuevas normas por el coronavirus.
Los disturbios se produjeron después de una noche similar en Rotterdam, cuyo alcalde, Ahmed Aboutaleb, calificó lo sucedido como"una orgía de violencia".
En medio de los hechos, la policía lanzó varios disparos al aire y otros directos "porque la situación ponía en peligro la vida", según declaró a Reuters un portavoz de la policía.
Al menos tres manifestantes resultaron heridos tras ser impactados y reciben atención en hospitales. Las autoridades abrieron, entretanto, una investigación.
Países Bajos impuso un cierre parcial de tres semanas el pasado fin de semana tras registrar un pico récord de casos de Covid-19. Los bares y restaurantes deben cerrar a las 20:00 horas y se prohíbe la presencia de multitudes en los eventos deportivos.
Decenas de miles de manifestantes se reunieron en la plaza central de Viena
Decenas de miles de personas protestaron en Viena, la capital austriaca, después de que el gobierno anunciara un nuevo cierre nacional y anunciara la obligatoriedad de las vacunas para febrero de 2022. Es el primer país europeo que convierte la inoculación en un requisito legal.
Con banderas nacionales y pancartas en las que se leía "Libertad", los manifestantes gritaron "¡Resistencia!" y abuchearon a la policía.
El país entrará en un bloqueo nacional de 20 días a partir del lunes, con el cierre de todos los comercios, excepto los esenciales, y la orden de trabajar desde casa.
Andrea Ammon, directora del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades, describió la vacunación obligatoria como un "arma de doble filo".
En entrevista con la BBC, Ammon dijo que las estrictas medidas podrían hacer que las personas que aún dudan de la vacuna —pero que no la rechazan del todo— se aparten completamente de ella.
En Croacia, miles de personas se manifestaron en la capital, Zagreb, para mostrar su rechazo a la vacunación obligatoria de los trabajadores del sector público, mientras que en Italia, otros miles se reunieron en el antiguo Circo Máximo de Roma para oponerse a los certificados del "pase verde" exigidos en los lugares de trabajo, los locales y el transporte público.
En Francia, las autoridades enviaron decenas de policías para disolver los disturbios en la isla caribeña de Guadalupe, departamento francés de ultramar.
Durante la noche se produjeron disturbios que incluyeron saqueos en decenas de comercios. Algunos manifestantes prendieron fuego a los negocios.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, afirmó que algunos de los implicados en los hechos violentos utilizaron "munición real" contra las fuerzas de seguridad, y advirtió que habrá una respuesta "firme" contra quienes provoquen desórdenes públicos.
El Secretario de Sanidad británico, Sajid Javid, ha declarado que por el momento no hay planes para cambiar las normas de viaje entre Reino Unido y Alemania, en vista del creciente número de casos allí.
PURANOTICIA // BBC MUNDO