La presidenta mexicana calificó como “excelente” la reunión trilateral sostenida en Washington, donde abordó con Donald Trump y el primer ministro canadiense, Mark Carney,
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, sostuvo este viernes su primer encuentro cara a cara con el mandatario estadounidense, Donald Trump, y el primer ministro de Canadá, Mark Carney, en el marco del sorteo de la Copa Mundial de 2026 realizado en Washington. La reunión tripartita —celebrada a puerta cerrada en el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas— fue calificada por la mandataria mexicana como “excelente”, destacando que los tres países acordaron “seguir trabajando” en temas comerciales.
A través de la red social X, Sheinbaum afirmó que el diálogo se centró en “la buena relación” entre las tres naciones, pese al complejo escenario que enfrenta actualmente la región. El encuentro se produjo días después de que Trump sugiriera que podría dejar expirar el tratado comercial entre Canadá, México y Estados Unidos (T-MEC), mientras México continúa negociando los aranceles del 30 % que el republicano impuso a productos mexicanos.
La cita también marca el primer intercambio directo entre Sheinbaum y Trump, luego de que una reunión prevista durante la cumbre del G7 en junio no se concretara debido a la abrupta salida del mandatario estadounidense, en medio de tensiones internacionales entre Israel e Irán.
En paralelo, la relación bilateral enfrenta fricciones adicionales. En materia de seguridad, Washington ha intensificado sus operaciones contra el narcotráfico en el Caribe y declaró al Cártel de los Soles como organización terrorista por sus presuntos vínculos con autoridades venezolanas. En noviembre, Sheinbaum rechazó de manera categórica cualquier intervención militar estadounidense en México, luego de que Trump insinuara en Truth Social que estaría “orgulloso” de ordenar ataques directos contra narcotraficantes en territorio mexicano.
A estos roces se suman las polémicas redadas migratorias desplegadas por la administración Trump en diversos estados del país, duramente criticadas por organizaciones civiles y comunidades migrantes. La presidenta mexicana ha calificado estas acciones como “injustas” y ha subrayado que la mano de obra migrante es fundamental para sostener sectores productivos clave en estados como California.
Pese al clima tenso, el encuentro trilateral dejó señales de intención de continuidad en la cooperación económica norteamericana. De momento, las tres naciones mantienen abiertas las conversaciones, particularmente en torno al futuro del T-MEC y a los aranceles que afectan a empresas y productores de la región.
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