El portavoz presidencial, Dmitry Peskov, dijo al canal británico Sky News que las víctimas eran "una gran tragedia" para Rusia.
Rusia admitió sufrir "pérdidas significativas de tropas" en Ucrania, cuando la invasión entra en su día 44.
El portavoz presidencial, Dmitry Peskov, dijo al canal británico Sky News que las víctimas eran "una gran tragedia" para Rusia.
También dijo que esperaba que Moscú alcanzara sus objetivos de guerra "en los próximos días".
Los comentarios de Peskov siguieron a la expulsión de Rusia del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas este jueves.
Unos 93 de los 193 miembros de la Asamblea General de la ONU votaron a favor de la reprimenda diplomática, que siguió a las denuncias de abusos masivos contra los derechos humanos por parte de las tropas rusas en la ciudad de Bucha, en el norte de Ucrania.
Moscú anunció su renuncia al consejo en respuesta.
El organismo expresó su "grave preocupación por la crisis humanitaria y de derechos humanos en curso". El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, acusó a Rusia de más atrocidades en Borodianka, una ciudad cercana a la capital Kiev.
Peskov negó cualquier sugerencia de que las tropas rusas fueran responsables de las ejecuciones en la ciudad de Bucha y le dijo al medio británico que "estamos viviendo en días de falsificaciones y mentiras". Afirmó que se escenificaron imágenes de civiles asesinados en la ciudad.
Sin embargo, su admisión de que Rusia ha sufrido bajas significativas es sorprendente. El 25 de marzo, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que 1.351 de sus soldados habían muerto en combate. Ucrania sitúa las muertes rusas en casi 19.000.