Este evento es descrito por el Instituto Nacional de Meteorología de Brasil (Inmet) como un corredor de humedad que se extiende desde el noreste hasta el Atlántico sur.
"Atípico" y "extremo", así describen los meteorólogos el fenómeno que provoca lluvias torrenciales y que afecta a Brasil desde noviembre.
Una veintena de personas han muerto, hay centenares de heridos y 50.000 residentes en la región noreste del país han sido desplazados.
La situación, según los expertos, está relacionada con un fenómeno atmosférico conocido como la Zona de Convergencia del Atlántico Sur (ZCAS).
Este evento es descrito por el Instituto Nacional de Meteorología de Brasil (Inmet) como un corredor de humedad que se extiende desde el noreste hasta el Atlántico sur.
Imágenes de crecidas, escombros y ciudadanos que navegan en todo tipo de embarcaciones recorren las redes sociales.
El gobernador de la región, Rui Costa, publicó en su cuenta de Twitter que 72 municipios están bajo un "estado de emergencia". De estas ciudades 58 tienen problemas de acceso y abastecimiento.
"Tristemente estamos viviendo el mayor desastre ocurrido en la historia de Bahía", sostuvo el máximo mandatario de la región.
"El daño es inmenso. Parece que Bahía ha sido bombardeada", agregó a la agencia de noticias Reuters.
Cerca de 50.000 personas han sido desplazadas y 5.000 casas deberán ser construidas tras el desastre, informó el gobernador.
La ciudad más afectada fue Ilhéus, en el litoral sur de Bahía, que concentra la mayor parte de los 430.869 habitantes que de una u otra forma sufrieron los efectos del fenómeno atmosférico.
Las lluvias provocaron el colapso de una presa cercana, lo que convirtió el río Verruga en un violento torrente.
Tan solo en el día de Navidad Ilhéus registró más lluvia (136 mm por metro cuadrado) de la acumulada durante el mes de diciembre de 2020 (118), según el Inmet.
La entidad meteorológica señaló que este fue el segundo mayor volumen de lluvia registrado en la ciudad desde 2003 y el mayor desde noviembre de 2013, cuando una tormenta alcanzó el récord de 172 mm.
El Inmet detalló que la ZCAS es "uno de los principales sistemas meteorológicos responsables de la reposición de agua en parte de Brasil durante la época de lluvias".
En general, la entidad explicó que se caracteriza por generar nubes persistentes que se vuelven prácticamente estacionarias y provocan una gran cantidad de precipitación en una misma zona.
Sin embargo, lo ocurrido en diciembre de este año en Bahía puede considerarse atípico y extremo, dijo el meteorólogo Willy Hagi, de la consultora Meteonorte.
Generalmente, la formación de eventos ZCAS comienza desde la primavera de Sudamérica, entre mediados de septiembre y octubre, y se extiende a lo largo de los siguientes meses de verano y otoño.
"Esto significa que es un fenómeno común y esperado para esta época del año, pero en diciembre vimos estos eventos ZCAS posicionados más al norte y golpeando el sur de Bahía con más fuerza", contó Hagi a BBC Brasil.
Para los especialistas, hay al menos tres factores que pueden asociarse con esta inusual intensidad de lluvias provocadas por la ZCAS: La Niña, una zona de baja presión que genera una depresión subtropical y el calentamiento global.
"Para el norte y noreste de Brasil, La Niña siempre será sinónimo de lluvias frecuentes y superiores a las esperadas", afirmó Hagi.
Para entender qué es La Niña, es necesario explicar el fenómeno más general en el que se inserta: el llamado evento ENOS o El Niño-Oscilación Sur.
El Niño es un fenómeno climático caracterizado por un calentamiento anormal de las aguas superficiales del Océano Pacífico, principalmente en las zonas ecuatoriales.
Normalmente ocurre en intervalos promedio de cuatro años, generalmente en diciembre, cerca de Navidad, y de ahí su nombre, en referencia al "Niño Jesús".
El Niño provoca el debilitamiento de los llamados vientos alisios (desplazamiento de masas de aire cálido y húmedo hacia áreas de baja presión atmosférica en las zonas ecuatoriales del globo). Estos vientos soplan de este a oeste, lo que hace que se acumule agua cálida en la capa superior del Océano Pacífico, cerca de Australia e Indonesia.
Cuando ocurre El Niño, la capa de agua cálida en la superficie del Pacífico termina moviéndose a lo largo del ecuador en dirección a Sudamérica. El viento caliente que generan favorece la evaporación y, en consecuencia, la formación de nubes.
En Brasil, esto generalmente se traduce en más lluvia para la región sur y una menor cantidad para las zonas norte y noreste.
La Niña, no obstante, genera todo lo contrario.
Según Inmet, este año "la mayoría de los modelos de predicción de ENSO (El Niño-Oscilación Sur) creados por los principales centros meteorológicos internacionales indican una probabilidad superior al 60% para que el fenómeno de La Niña continúe durante el verano".
Los pronósticos detallan que podría alcanzar una intensidad moderada entre los meses de diciembre de este año y el próximo enero 2022.
"Pasamos de La Niña entre finales de 2020 a mayo de 2021, que fue la responsable de la mayor inundación en el Amazonas en los últimos 120 años, a otra que se espera que dure al menos hasta el primer trimestre de 2022. Eso suena como la alarma para otro período de fuertes lluvias y con todas las consecuencias socioeconómicas asociadas, desde inundaciones hasta pérdida de vidas humanas", alertó Hagi.
A principios de diciembre, otro evento de fuertes lluvias afectó el sur de Bahía y dejó al menos 24 ciudades de la región en situación de emergencia.
En ese momento, el climatólogo Francisco Eliseu Aquino, del Departamento de Geografía de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), explicó a BBC Brasil que la ZCAS se combinó con otro fenómeno atmosférico: una depresión subtropical.
Una depresión subtropical es un evento meteorológico que en el sur del globo gira en el sentido de las agujas del reloj y está marcado por la formación de nubes, vientos, tormentas y agitación marítima.
En algunos casos, puede convertirse en tormenta tropical.
"La combinación de estos dos eventos, la Zona de Convergencia del Atlántico Sur (ZCAS) y el área de baja presión, es lo que intensificó la lluvia en las regiones este y sur de Bahía", comentó Aquino en una entrevista a principios de diciembre.
Según él, "los cambios en la circulación general de la atmósfera nos sugieren que el océano más cálido frente a las costas de Brasil podría formar con mayor frecuencia áreas de baja presión como esta, lo que conduciría a una depresión subtropical".
Aquino considera prematuro asociar estos eventos extremos en Bahía con el cambio climático en el planeta, pero no descarta un posible vínculo.
"En este momento, no relaciono directamente el cambio climático con este evento extremo. Pero en un planeta más cálido, los eventos extremos se vuelven más frecuentes, con la formación de depresiones subtropicales como esta [ocurrida en Bahía]".
Sobre las tormentas durante la Navidad en Bahía y la relación con el calentamiento global, Hagi dijo que "en cierto modo es posible que la ocurrencia de estos eventos extremos sea consistente con lo que se espera para un mundo cada vez más cálido".
PURANOTICIA // BBC MUNDO