Después de una conversación que tuvieron los empresarios Trump y Musk este lunes frente a más de un millón de oyentes, en la que abogaron por el despido ilegal de los trabajadores en huelga, los Trabajadores de la Automoción Unidos presentó cargo laborales federales contra el expresidente y el cofundador de Tesla.
El poderoso sindicato estadounidense Trabajadores de la Automoción Unidos (UAW, por sus siglas en inglés) ha presentado cargos laborales federales contra el expresidente y candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, y el propietario de la red social X, Elon Musk, por amenazar con intimidar a trabajadores que se declaren en huelga.
UAW ha indicado que "después de importantes retrasos técnicos en X, antes Twitter, Trump y Musk tuvieron una conversación desorganizada y confusa el lunes por la noche frente a más de un millón de oyentes en la que abogaron por el despido ilegal de los trabajadores en huelga", por lo que ha recordado que según la ley los trabajadores no pueden ser despedido por hacer huelga, y amenazar con hacerlo es ilegal según la Ley Nacional de Relaciones Laborales.
"Mira, veo lo que haces. Entras y dices: ¿Quieres dejarlo? Se declaran en huelga. No voy a mencionar el nombre de la empresa, pero se declaran en huelga y tú dices: Está bien, se van todos, se van todos. Así que todos ustedes se van", dijo Trump mientras que Musk se reía de sus declaraciones.
Ante esto, el presidente de UAW, Shawn Fain, ha dicho que estas declaraciones por parte del expresidente son un ejemplo de cuando desde los sindicalistas dicen que "Trump es un esquirol" o que "se opone a todo lo que defiende" su sindicato. "Siempre estará en contra de que los trabajadores se defiendan a sí mismos, y siempre estará del lado de multimillonarios como Musk", ha manifestado.
"Tanto Trump como Musk quieren que la clase trabajadora se siente y se calle, y se ríen de ello abiertamente. Es repugnante, ilegal y totalmente predecible por parte de estos dos payasos", ha concluido Fain.
La campaña de Trump ha considerado que esta medida se trata de una orquestación política por parte de "jefes con intereses especiales demócratas". "Esta demanda frívola es una maniobra política desvergonzada destinada a erosionar el apoyo abrumador que tiene el presidente Trump entre los trabajadores estadounidenses", ha sostenido el asesor principal de campaña, Brian Hughes, según ha recogido la cadena de televisión CNN.
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