La autoproclamada "guerra contra las maras" de Nayib Bukele igualmente ha dado lugar a un aumento de casos de arrestos considerados como arbitrarios.
Cuando el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, asistió a la ceremonia de graduación de oficiales del ejército, la semana pasada, dijo más que palabras calurosas sobre sus futuras carreras como agentes de seguridad.
Anunció también la más reciente escalada en su implacable operativo represivo contra las pandillas callejeras de su país, que ha producido una cifra abrumadora de 57.000 personas arrestadas bajo sospecha de estar afiliadas a pandillas de maras desde marzo.
El Mandatario aseguró que en menos de 48 horas, más de 140 pandilleros han sido detenidos en la ciudad de Soyapango después de dos días de estar cercada por militares.
La autoproclamada "guerra contra las maras" de Bukele igualmente ha dado lugar a un aumento de casos de arrestos considerados como arbitrarios.
"Gracias a Dios y gracias a ustedes, los salvadoreños tienen una paz verdadera", expresó el presidente Bukele a miles de soldados y policías en un evento nocturno cuidadosamente preparado para lanzar la quita fase e su polémico "Plan de Control Territorial".
Llamado "Extracción", su objetivo es fortalecer el control militar de las principales ciudades de El Salvador usando equipos de vigilancia de alta tecnología, supuestamente para impedir la salida o entrada de pandilleros.
El operativo se inició este fin de semana con 10.000 integrantes de los cuerpos de seguridad rodeando el municipio de Soyapango, donde empezaron a detener supuestos miembros de las pandillas.