Uno de los lugares más afectados es la isla de Siargao, en el sureste del archipiélago, que ha quedado casi completamente desconectada de los operativos de rescate debido a la devastación.
Una "carnicería". Así describió la Cruz Roja las escenas de devastación en Filipinas por el paso del tifón Rai.
Al menos 375 personas murieron después de que la poderosa tormenta golpeó el país el jueves pasado, informó la policía.
Uno de los lugares más afectados es la isla de Siargao, en el sureste del archipiélago, que ha quedado casi completamente desconectada de los operativos de rescate debido a la devastación.
Muchas zonas se ha quedado sin electricidad, sin comunicación y con muy poca agua potable.
Miles de socorristas fueron desplegados para asistir en los operativos de rescate.