El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aplaudió este sábado la breve reapertura del paso de Rafá entre Egipto y la Franja de Gaza para permitir la entrada de un pequeño cargamento de ayuda humanitaria
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, aplaudió este sábado la breve reapertura del paso de Rafá entre Egipto y la Franja de Gaza para permitir la entrada de un pequeño cargamento de ayuda humanitaria, pero exigió a Hamás como autoridad del enclave que no se inmiscuya en la distribución tanto de este cargamento como de posibles nuevos envíos.
"Con este convoy la comunidad internacional está comenzando a abordar la crisis humanitaria en Gaza que ha dejado a los residentes de Gaza sin acceso a suficientes alimentos, agua, atención médica y refugio seguro", dijo Blinken.
El cargamento repartido en una veintena de camiones, comprende medicinas, instrumentos médicos, comida enlatada y botellas de agua. Israel avisó que no permitirá que esta ayuda recorra más allá del sur de Gaza porque el norte del territorio está bajo un ultimátum militar de evacuación, y ha prohibido que los camiones entren con combustible por motivos de seguridad.
Hamás protestó esta decisión al entender que el combustible es necesario para el funcionamiento de los hospitales y considerado en términos generales la ayuda recibida como insuficiente a todas luces dada la crítica situación humanitaria que atraviesan dos millones de palestinos.
La apertura de esta ruta de suministro, apunta Blinken, fue el resultado de días de compromiso diplomático exhaustivo de Estados Unidos en la región y de un entendimiento alcanzado por el presidente estadounidense, Joe Biden, con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, durante su reciente e histórica visita a Israel.
"Desde esa visita, el enviado especial David Satterfield ha trabajado con los gobiernos de Israel y Egipto, así como con las Naciones Unidas, para supervisar su puesta en práctica", añade el secretario de Estado.
Blinken ha querido instar a todas las partes a mantener abierto el cruce pero precisó por nombre a Hamás, que "no debe interferir en la prestación de esta asistencia vital" porque "los civiles palestinos no son responsables del horrendo terrorismo de Hamás y no se les debe hacer sufrir por sus actos depravados".
"Como afirmó el presidente Biden, si Hamás roba o desvía esta ayuda habrá demostrado una vez más que no tiene en cuenta el bienestar del pueblo palestino y, en la práctica, impedirá que la comunidad internacional pueda proporcionar esta ayuda", sostuvo Blinken.
Por último, el secretario de Estado aseguró que su país "sigue trabajando con urgencia en asociación con Egipto e Israel para facilitar la capacidad de los ciudadanos estadounidenses y sus familiares directos de salir de Gaza de manera segura y viajar a través de Egipto hasta sus destinos finales", ha hecho saber sobre entre los 500 y 600 palestinos estadounidenses que aguardan en el lado gazatí de la frontera.
"No hay mayor prioridad que la seguridad de los ciudadanos estadounidenses en el extranjero, y los equipos de la Embajada de Estados Unidos en El Cairo están preparados para ayudar a estos ciudadanos estadounidenses. Estamos trabajando incansablemente, incluso con países socios y aliados que tienen ciudadanos en Gaza, para garantizar su capacidad de salir de forma segura de la zona del conflicto", concluyó.
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