La firma Viagen cobra US$50.000 por clonar un perro, US$30.000 por un gato y US$85.000 por un caballo.
Cuando a la adorada mascota de John Mendola le diagnosticaron cáncer terminal, él decidió clonarla.
Mendola es un agente de policía retirado de Nueva York. Estaba de servicio en una estación en Long Island en 2006, cuando alguien trajo una pequeña y desaliñada perra callejera.
"La perra estaba toda enmarañada, ni siquiera podías cepillarla... y tenía mala dentadura, pero era absolutamente adorable y muy agradecida", dice.
Al terminar su jornada, Mendola les dijo a sus colegas que no había necesidad de llevar al animal peludo blanco y marrón a un refugio: él se la llevaría a su casa. "Fue lo mejor que hice en mi vida", dice el hombre de 52 años.
La perra, de una raza de diseño llamada Shih Apso, amaba a los niños y jugar. Mendola la bautizó Princesa en honor a las numerosas heroínas de las películas animadas de Disney.
Fue 10 años después, en 2016, cuando un veterinario tuvo que darle la mala noticia de que Princesa tenía cáncer. Mendola llamó de inmediato a una empresa con sede en Texas llamada Viagen Pets and Equine, que es la primera y única empresa estadounidense que ofrece clonación comercial de perros y gatos.
Mendola dice que conocía el proceso después de ver un documental de Corea del Sur sobre el tema. El país asiático es líder en el área y produjo el primer perro clonado en 2005.
La empresa tomó una biopsia o muestra de tejido de Princesa antes de que falleciera en 2017. De ese material genético nacieron dos clones de una perra que actuó como madre subrogada, un año después.
Los cachorros eran genéticamente idénticos a Princesa. Mendola los llamó Princesa Ariel y Princesa Jazmín, también por las películas de Disney.
"Las manchas, el pelo, todo es más o menos igual, incluso los gestos", dice. "¿Sabes cómo los perros a veces se levantan y sacuden todo su cuerpo? Ambos lo hacen al mismo tiempo, como lo hacía Princesa".
La clonación de mascotas es controvertida, pero está creciendo en popularidad a pesar de su alto costo.
Viagen dice que ahora está clonando "más y más mascotas cada año" y ha clonado "cientos" desde que abrió por primera vez en 2015.
La firma cobra US$50.000 por clonar un perro, US$30.000 por un gato y US$85.000 por un caballo.
Obviamente, ese costo está fuera del alcance de la mayoría de nosotros, pero varias personas famosas han revelado en los últimos años que clonaron a sus perros o que planeaban hacerlo.
En 2018, Barbra Streisand reveló que había usado Viagen para clonar dos cachorros de su antigua mascota Samantha.
Ese mismo año, el periódico británico The Sun informó que el magnate de la música y juez de concursos de talentos Simon Cowell estaba "clonando al 100%" sus tres Yorkshire terriers.
Hay una serie de técnicas de clonación específicas, pero normalmente se inyecta un núcleo celular del animal que se desea clonar en un óvulo de donante al que se le ha extraído su material genético.
Luego se hace crecer al óvulo en el laboratorio hasta que se convierte en un embrión, y luego este se implanta en el útero o matriz de una madre sustituta que da a luz a un cachorro.
Blake Russell, presidente de Viagen, dice que el material genético del animal que se desea clonar se puede almacenar casi indefinidamente antes de que se lleve a cabo el proceso de clonación.
Esto es gracias al uso de temperaturas de congelación muy bajas o criopreservación.
"Una mascota clonada es, en pocas palabras, un gemelo genético idéntico, separado por años, décadas, quizás siglos", agrega.
Su compañía dice que "está comprometida con la salud y el bienestar de todos y cada uno de los perros y gatos con los que trabajamos", y se adhiere a todas las regulaciones estadounidenses.
Sin embargo, las organizaciones que defienden el bienestar animal han manifestado su preocupación sobre el procedimiento.
Por ejemplo, varios estudios científicos han sugerido que los animales clonados son más propensos a sufrir enfermedades.
Otros críticos señalan la alta tasa de fracaso de la industria: la gran cantidad de clones que no nacen en forma y saludables.
Un informe de 2018 de la Universidad de Columbia en Nueva York situó la tasa de éxito promedio en solo el 20%. Esto significa que se necesitan numerosas madres sustitutas para permitir múltiples intentos.
Penny Hawkins, experta en bienestar animal de la Sociedad Real para la Prevención de la Crueldad en Animales, en Reino Unido, dice que el proceso de extraer los óvulos a las hembras para la donación y la preparación para la gestación subrogada puede ser doloroso y angustiante.
Además, un animal clonado nunca será una copia exacta de la mascota original, sobre todo en lo que respecta al comportamiento, explica.
"Hay mucho más en un animal que su ADN, y los animales clonados inevitablemente tendrán experiencias de vida diferentes, lo que resultará en animales con personalidades diferentes".
Incluso se informó que un funcionario de Viagen el año pasado señaló que el 25% de la personalidad de un animal proviene de su crianza.
"Recomendamos a cualquiera que busque una nueva mascota para que se convierta en parte de su familia que adopte uno de los miles de animales en los centros de rescate que buscan un hogar", dice Hawkins.
Elisa Allen, directora del grupo de derechos de los animales Personas por el Trato Ético de los Animales (Peta), también quiere que la gente adopte un perro de rescate en lugar de crear un clon.
"Las personalidades, las peculiaridades y la esencia misma de los animales simplemente no se pueden replicar", explica.
"Y cuando consideras que millones de perros y gatos maravillosos y adoptables languidecen en refugios de animales cada año o mueren de manera aterradora después de ser abandonados, te das cuenta de que la clonación se suma a la crisis de sobrepoblación de animales sin hogar".
"Peta alienta a cualquiera que busque traer otro animal de compañía a su vida a adoptar de su refugio local en lugar de fomentar la clonación, una moda cruel para hacer dinero".
El genetista Andrew Hessel responde que la clonación de mascotas conlleva muy pocas preocupaciones éticas, si se hace de manera responsable.
"Alguien podría decir '¿por qué clonar animales, cuando hay todos estos otros animales disponibles para adopción?'", dice. "Sin embargo, puedes usar el mismo argumento con los niños".
"¿Por qué tener tu propio hijo cuando hay todos estos niños disponibles para adoptar? Y las mascotas también se convierten en miembros de la familia".
De vuelta en Long Island, Mendola dice que Princesa Ariel y Princesa Jasmine están sanas y felices.
Antes de que la Princesa original muriera, adoptó a otro perro de rescate llamado Bebe. "Cuando traje los nuevos cachorros a casa, Bebe los acogió de inmediato", dice.
"Echaba de menos a Princesa. Las olió y estaba feliz. Son Princesas".
Bebe murió inesperadamente este año, pero el Mendola ya estaba preparado: tiene parte de su material genético almacenado para una posible clonación futura.
PURANOTICIA // BBC MUNDO