Este martes, el chileno fue condenado a 28 años de prisión y a pagar más de 114 millones de pesos a la madre y a las hermanas de la víctima.
Nicolás Zepeda apelará a la decisión de la justicia francesa que lo declaró culpable del asesinato de su ex novia japonesa, Narumi Kurosaki, hecho ocurrido en la ciudad de Besanzón en diciembre de 2016.
Este martes, el chileno fue condenado a 28 años de prisión y a pagar más de 114 millones de pesos a la madre y a las hermanas de la víctima, junto con otros 4 millones de pesos al exnovio de la fallecida.
Si bien la defensa tenía 10 días para apelar al fallo del tribunal, decidió presentar el recurso al día siguiente del veredicto, tomado por un jurado compuesto de seis civiles y tres jueces. De esta forma, se realizará un nuevo juicio en 2023 o 2024.
Según los antecedentes del caso, Zepeda conoció a Kurosaki en Japón, en otoño de 2014, e iniciaron una relación sentimental que terminó en 2016, cuando la víctima se mudó a Besanzón para estudiar.
El 4 de diciembre de ese año, el chileno viajó hasta Francia y se reencontró con la mujer, con quien fue a cenar a un pueblo cercano. Tras ello, volvieron a la residencia universitaria donde la joven se alojaba, donde pasaron cerca de 30 horas hasta que Zepeda dejó el recinto. Fue la última vez que la japonesa -de entonces 21 años- fue vista con vida.
De acuerdo al fiscal Étienne Manteaux, la víctima fue asesinada en su habitación el 5 de diciembre entre las 3:15 y las 3:21 de la madrugada.
El persecutor aseguró que el homicidio fue por asfixia y que el cuerpo fue arrojado al río Doubs, según su "hipótesis más probable".
A lo largo de la investigación, las autoridades francesas debieron pedir la extradición, debido a que Zepeda regresó a nuestro país. La solicitud se concretó en 2020, después de que el imputado fuese detenido por la PDI en Viña del Mar.
PURANOTICIA