La administración de Joe Biden defendió sus órdenes ejecutivas, al argumentar que ayudarían a reducir los contagios.
La Corte Suprema de Estados Unidos bloqueó la disposición del presidente Joe Biden que exigía a los trabajadores de grandes empresas estar vacunados contra el Covid-19.
La orden ejecutiva, además, obligaba a presentar una prueba del virus semanalmente a quienes se negaban a inmunizarse.
Los jueces del tribunal más importante de la nación dijeron que el mandato excede la autoridad del primer mandatario.
Por separado, dictaminaron que un mandato de vacunación más limitado podría aplicarse al personal de los centros de atención médica financiados por el gobierno federal.
La administración de Biden defendió sus órdenes ejecutivas, al argumentar que ayudarían a reducir los contagios.
El presidente, cuyo índice de aprobación ha disminuido, expresó su decepción con la decisión de "bloquear los requisitos de sentido común para salvar vidas".
"Hago un llamado a los líderes empresariales para que se unan de inmediato a los que ya han dado un paso al frente", sostuvo.
Por su parte, el expresidente Donald Trump celebró el dictamen de la corte y opinó que los mandatos de vacunación pueden afectar la economía.
"Estamos orgullosos de la Corte Suprema por no dar un paso atrás", dijo en un comunicado.
El mandato de vacunación de Biden se extendía a lugares de trabajo con al menos 100 empleados. Hubiese impactado a unos 84 millones de trabajadores y fue diseñado para ser puesto en marcha por los empleadores.
Los que se oponían a él, incluidos varios estados republicanos y algunos grupos empresariales, dijeron que la administración se excedió en su poder con estos requisitos, que se introdujeron en noviembre pasado e inmediatamente fueron impugnados en los tribunales.
En una decisión 6-3, los jueces estuvieron de acuerdo con ese argumento. Detallaron que la regla era demasiado amplia para estar bajo la supervisión de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional del Departamento de Trabajo.
"El Covid-19 puede y se propaga en el hogar, en las escuelas, durante eventos deportivos y en cualquier otro lugar donde la gente se reúna", escribió la mayoría de la corte.
"Ese tipo de riesgo universal no es diferente de los peligros cotidianos que todos enfrentan debido al crimen, la contaminación del aire o cualquier cantidad de enfermedades transmisibles".
"Este no es un 'ejercicio cotidiano del poder federal'", agregaron. "En cambio, es una invasión significativa en la vida y la salud de una gran cantidad de empleados".
No obstante, el mandato respecto a los más de 10 millones de empleados en centros de salud que reciben fondos del gobierno no generó la misma preocupación.
La conclusión es que imponer condiciones a los destinatarios de dinero público encaja "perfectamente"con las facultades del secretario de Salud y Servicios Humanos.
El fallo del tribunal se produjo cuando los mandatos estaban a punto de entrar en vigor. El tribunal escuchó los argumentos del caso el viernes.
La decisión reflejó la composición política de la corte, que ahora tiene una mayoría de jueces designados por presidentes republicanos.
Los tres jueces liberales se opusieron a bloquear el mandato de la vacuna y dijeron que tal decisión "obstaculiza la capacidad del gobierno federal para contrarrestar la amenaza sin precedentes que el Covid-19 representa para los trabajadores de nuestra nación".
El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, y el juez Brett Kavanaugh, vistos como moderados en la mayoría conservadora, se unieron a los liberales para permitir que se mantuviera la regla que involucra a los centros de salud.
EE.UU. experimenta otra ola de infecciones del Covid-19. La variante Ómicron impulsa casos récord y altas tasas de hospitalización.
La administración de Biden estimó que instituir un requisito de vacunación en los grandes empleadores salvaría 6.500 vidas y evitaría 250.000 ingresos hospitalarios durante seis meses.
Más del 60% de los estadounidenses ya están completamente vacunados.
Independientemente de las regulaciones del gobierno, algunas empresas, incluidas Google, Citibank e IBM, establecieron sus propios requisitos de vacunación.
La Federación Nacional de Empresas Independientes, un grupo de cabildeo que fue uno de los principales opositores de la vacunación obligatoria en el empleo, denunciaba que la medida impondría a los propietarios de pequeñas empresas nuevos gastos.
Esta organización argumentó que la orden hubiese dificultado contratar personal.
"La decisión de hoy es un alivio bienvenido para las pequeñas empresas de Estados Unidos, que todavía están tratando de volver a encarrilar sus negocios desde el comienzo de la pandemia", dijo Karen Harned, directora ejecutiva del brazo legal del grupo.
PURANOTICIA // BBC MUNDO