Beryl ha sorprendido a los científicos, convirtiéndose en el huracán más potente en formarse tan temprano en la temporada ciclónica del Atlántico.
Un ciclón histórico que amenaza vida y propiedad. El huracán Beryl tocó tierra este lunes a eso de las 11:00 a.m. en la isla de Carriacou, parte del archipiélago de Granada, como un sistema tropical categoría 4 con vientos máximos sostenidos de 241 km/h.
El Centeo Nacional de Huracanes de EE.UU. describió al temporal como uno "extremadamente peligroso".
Beryl ha sorprendido a los científicos, convirtiéndose en el huracán más potente en formarse tan temprano en la temporada ciclónica del Atlántico.
La agencia atmosférica estadounidense informó que está produciendo vientos catastróficos y marejadas ciclónicas potencialmente mortales en el sur de las islas de Barlovento.
De acuerdo con una publicación en X de Brian McNoldy, profesor de meteorología de la Universidad de Miami, "el único huracán importante que pasó dentro de las 100 millas (160 km) en donde está Beryl el lunes por la mañana fue Iván en septiembre de 2004 y fue Categoría 3. Estas islas no tienen experiencia con un huracán Categoría 4 en la historia registrada".
Más temprano, medios informaron que un 95% de Granada estaba sin energía eléctrica.
Allí se reportaban inundaciones y destrozos. También en las Granadinas, Barbados y Tobago.
Antes, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de EE.UU. (NOAA) había advertido sobre las implicaciones de que una tormenta se convirtiera en un huracán mayor en esta época del año.
"Es sorprendente ver un pronóstico de un gran huracán (Categoría 3+) en junio en cualquier parte del Atlántico, y mucho menos tan al este en los trópicos profundos", dijo Michael Lowry, un experto en huracanes, en redes sociales.
"Sólo se han registrado cinco huracanes importantes (Categoría 3+) en el Atlántico antes de la primera semana de julio. Beryl sería el sexto y el más temprano en este extremo del Atlántico tropical".
En mayo, NOAA, anunció que una temporada "muy activa" para este año que podría traer entre 17 y 25 tormentas lo suficientemente grandes como para recibir nombre.
De esas, se espera que al menos siete sean huracanes mayores.
En parte estos pronósticos se dan dadas las altas probabilidades de que se forme el fenómeno de La Niña durante la segunda mitad del año, luego de los efectos de El Niño en 2023.
Investigadores estadounidenses afirmaron recientemente que hay un 60% de posibilidades de que La Niña se desarrolle entre junio y agosto, y un 85% de que esto suceda hasta el otoño boreal.
El efecto de enfriamiento de La Niña también puede desacelerar ligeramente el ritmo del calentamiento global.
Esto podría indicar que las temperaturas récord experimentadas el año pasado no son la evidencia de que el mundo haya entrado en una fase de calentamiento más rápida.
(Imágenes: Centro Nacional de Huracanes de EE.UU., Getty Images, BBC)
PURANOTICIA // BBC MUNDO