“Me amaba muy poco, lo que significó permitir cosas que no debí haber permitido”, reveló la numeróloga sobre el mediático quiebre que vivió con el exfutbolista una semana antes de su matrimonio.
María Eugenia “Kenita” Larraín fue la más reciente invitada al estelar de Canal 13 “El Purgatorio, donde los famosos pagan sus culpas”.
Dentro de la íntima conversación que mantuvo con Ignacio Gutiérrez, la modelo abordó el término de su polémica relación con el exfutbolista Iván Zamorano, descartando algún tipo de infidelidad.
“Cuando se acercaba la fecha del matrimonio hubo momentos complejos, terminamos muchas veces y volvíamos. Llegó un momento que no dio para más”, expuso la numeróloga.
“Peleamos un día sábado, una semana antes del matrimonio, y los dos decidimos terminar la relación. No me sentía amada, sentí que no me querían, no sentía que me estaban tratando bien”, añadió, sin descartar que hubiese habido violencia entre ambos, agregando que “me amaba muy poco, lo que significó permitir cosas que no debí haber permitido. Yo tenía mucho miedo, me encerraba en el baño y lloraba”.
“Me sentía un ser humano inferior a él (…) Hoy tengo una hija, y no me gustaría por nada del mundo que pasara por todas las situaciones que pasé, físicas y psicológicas de maltrato, y las callara”, complementó.
En ese instante, Larraín le envió un mensaje a Zamorano, realizando un mea culpa por el quiebre de la relación. “Creo que han pasado muchos años, tú tienes tu familia y yo también, y creo que sería lindo conversar y sanar ese dolor”, expresó.
“Yo sé que a lo mejor, hasta el día de hoy, no me perdona que yo me haya ido, y no me haya querido casar. Siento que él tuvo la esperanza de que volviera y nos casáramos. También le ofrezco disculpas, por si en algún momento lo herí, porque no me casé… Por lo que queríamos construir juntos, también le digo, lo siento”, concluyó.
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