Berdine Castillo acusó a Ximena Restrepo de que la habría insultado con palabras de “racismo, clasismo, elitismo y otras expresiones de discriminación”.
Aumentan las polémicas en el atletismo tras la criticada posta 4x400 femenina. Todo comenzó cuando Poulette Cardoch emitió una declaración pública acusando que la sacaron del equipo arbitrariamente junto a Berdine Castillo para que compitieran atletas con peores marcas.
Bajo este contexto, Castillo no sólo confirmó las declaraciones de su compañera, sino que además apuntó contra Ximena Restrepo, madre de Martina Weil, quien la habría insultado con palabras de “racismo, clasismo, elitismo y otras expresiones de discriminación”.
Luego que Cardoch hiciera público lo acontecido previo a la carrera, la segunda afectada también hizo lo suyo, señalando que el responsable de la discusión fue el propio entrenador de la competencia, Marcelo Gajardo, quien “consideró que nuestros méritos, aunque eran objetivamente superiores, tenían menos valor que los de nuestras compañeras”.
“Fui increpada de múltiples formas, llegando incluso a insultos que resultan imposibles de no vincular con racismo, clasismo, elitismo y otras expresiones de discriminación”, agregó.
También dijo que una de las personas que la insultó fue Ximena Restrepo, quien “gritó e insultó a técnicos de la Federación chilena, señalando a viva voz mi nombre y cuestionando mi presencia en el equipo. Exigió y presionó en todo momento, sin derecho o potestad alguna, que me sacaran del relevo 4×400”.
Martina Weil, hija de la acusada, se refirió a la polémica y comenzó pidiendo “perdón que mis compañeras de equipo se hayan sentido así, que realmente estén haciendo estas acusaciones, que sientan que el proceso haya sido tan poco transparente. Por otro lado, esta fue una decisión técnica que se tomó por separado de las atletas”.
Según sus declaraciones, “llegamos a la pista, anuncian al equipo y la cosa se empieza a descontrolar. Quedamos todas en schock de la cantidad de gente externa que empezó a llegar a la pista y empezaron a pelear. Al final llegaron entrenadores, dirigentes de la federación, otros atletas. Entre todo esto, yo me acerqué al jefe técnico de la federación y le dije que por favor se fueran a pelear a otro lado”.
Más tarde, “llegó mi mamá y me vio mal y me dice ‘¿qué pasó?’. Le cuento que estaban peleando los entrenadores por la nómina, las titulares, las reservas y ella me dijo ‘tú no te preocupes, sigue calentando’ y en ese momento me desenchufé de la situación”.
“Aunque no haya escuchado lo que dijo mi mamá, porque no lo escuché, cuando ella llegó a la pista y me vio llorando, diciéndole que mis Juegos Panamericanos se acabaron y fueron lo peor del mundo; entiendo que se haya enojado y que haya reaccionado mal”, señaló.
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