
Estudios recientes muestran que las organizaciones de mayor rendimiento priorizan la experiencia y el desempeño del lugar de trabajo por sobre la mera asistencia, tendencia que en 2024–2025 abarca a la gran mayoría de ocupantes corporativos.
La arquitectura de oficinas ya no se mide solo por metros útiles o estética: hoy debe impulsar desempeño, bienestar y metas ESG, especialmente en un contexto híbrido que exige versatilidad.
Estudios recientes muestran que las organizaciones de mayor rendimiento priorizan la experiencia y el desempeño del lugar de trabajo por sobre la mera asistencia, tendencia que en 2024–2025 abarca a la gran mayoría de ocupantes corporativos.
Los trabajadores valoran espacios que integren colaboración, concentración y apoyo tecnológico en una sola “plataforma” física. La evidencia internacional indica que los lugares de trabajo de alto desempeño combinan variedad espacial, claridad de propósito y una lectura fina de los flujos de tareas, no solo puestos asignados. Ese giro —de “presencia” a “performance”— está documentado en la edición 2024 del Global Workplace Survey.
El rendimiento diario depende de la calidad del aire interior (IAQ) y de la luz. La investigación COGfx vinculó mejores tasas de ventilación y menores concentraciones de CO₂ y PM2.5 con mejoras sustantivas en funciones cognitivas; en entornos con ventilación mejorada, los puntajes prácticamente se duplicaron frente a condiciones convencionales.
En paralelo, los estándares WELL recomiendan métricas de confort térmico y luz circadiana (≥150 melanopic lux en el plano vertical en la mañana) para sostener ritmos biológicos y atención.
El ruido es uno de los principales detractores del trabajo de enfoque en planta abierta. La norma ISO 22955 ofrece lineamientos para calidad acústica en offices, incluyendo zonificación por niveles sonoros y objetivos de tiempo de reverberación en áreas de concentración.
Aplicaciones recientes de la norma subrayan la necesidad de gradientes acústicos entre zonas de interacción y de silencio, y la combinación de materiales absorbentes con control de fuentes.
En Chile, la Ley 21.305 de Eficiencia Energética y su Plan Nacional 2022–2026 impulsan medidas para que edificaciones —incluidas oficinas— avancen hacia estándares de energía neta cero al 2050, promoviendo actualización normativa, calificación energética y renovación del parque construido.
Esto dialoga con la creciente adopción de certificaciones como LEED y WELL en oficinas Clase A del país, según el Green Building Market Report 2024 de Chile GBC.
Para metas climáticas serias, no basta con operar edificios eficientes; hay que reducir el carbono incorporado de estructuras y materiales. El World Green Building Council plantea una hoja de ruta: -40% de carbono incorporado hacia 2030 y neto cero al 2050, con acciones en diseño, especificación y cadenas de suministro.
En proyectos de interiorismo corporativo, priorizar rehabilitación, mobiliario circular y EPDs verificables puede marcar la diferencia.
A continuación, un compendio práctico para decisiones de diseño con impacto:
La envolvente es el “primer equipo” del edificio. Soluciones de control solar avanzado —como acristalamientos electrocrómicos— reducen cargas de enfriamiento y apoyan el confort visual; reportes técnicos muestran ahorros de energía y disminución de picos de demanda, útiles en climas con veranos cada vez más cálidos. Complementar con BMS e inteligencia analítica permite alinear consumo, ocupación y calidad ambiental.
Cuando la transformación involucra estrategia cultural, certificaciones (LEED/WELL), upgrading de MEP o coordinación sísmica, el acompañamiento experto reduce riesgos y acelerar resultados.
Un partner idóneo aporta: visión basada en investigación de usuarios, métricas de performance (tiempo de foco, tasas de colaboración, NPS interno), gestión del cambio y un expediente técnico alineado con normativa local y objetivos de carbono. La presencia en Chile de un ecosistema maduro de certificaciones y políticas de eficiencia facilita alcanzar esos objetivos.
En síntesis, la arquitectura de oficinas que lidera el mercado integra salud, flexibilidad, sustentabilidad y cumplimiento normativo con datos en operación. Para organizaciones en Chile, este enfoque —apoyado por marcos como WELL, ISO 22955, NCh433 y la Ley 21.305— convierte el espacio en una ventaja competitiva. Si buscas evolucionar tu sede o implementar un modelo híbrido robusto, trabajar con un estudio de arquitectura especializado en oficinas puede transformar la inversión en resultados medibles de negocio y bienestar.
(Imágenes: Shutterstock, Pexels)
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