Maisa Rojas abordó lo ocurrido en Costa de Montemar, señalando que pese a que el edificio Kandinsky se encuentra fuera del Santuario de la Naturaleza, "la remoción en masa se generó en la duna, que es el objeto de protección de esta área protegida".
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Una de las principales emergencias que dejó en la región de Valparaíso el paso del último sistema frontal fue el enorme socavón en el campo dunar del límite entre Reñaca y Concón, hecho producido por el colapso del colector de aguas lluvia del sector.
El desprendimiento originó que cayera una gran cantidad de arena hacia el camino costero Viña del Mar - Concón y también se generara una grave fractura en la duna, situación que mantiene en serio peligro al edificio Kandinsky, en Costa de Montemar.
El tema fue abordado este viernes por la ministra del Medio Ambienta, Maisa Rojas, quien en conversación con La Segunda advirtió que lo ocurrido en Reñaca no es un hecho aislado y que es un efecto más del cambio climático.
"Lo ocurrido en la comuna de Concón (N. de la R.: es en Viña del Mar) deja en evidencia ante los ojos de todo el país que es urgente contar con instrumentos de planificación territorial que incorporen las dinámicas de la naturaleza y los efectos del cambio climático, como los eventos extremos que hemos presenciado particularmente este año: incendios forestales, en febrero; y los dos eventos de inundación, en junio y agosto", expresó la secretaria de Estado, quien además es experta en cambio climático.
Bajo este contexto, Rojas recordó que ya hubo advertencias en su minuto acerca de los peligros de construir edificios en esta zona dunar de Viña del Mar y Concón.
"A pesar de que el edificio en cuestión se encuentra fuera de los límites del Santuario de la Naturaleza, la remoción en masa se generó en la duna, que es el objeto de protección de esta área protegida", prosiguió la Ministra del Medio Ambiente.
Además, sostuvo que "si bien, los fenómenos de esta índole son multifactoriales, en 2012 el Sernageomin señalaba que la intervención del Campo Dunar, con la construcción de edificios de altura, podría afectar el Santuario de la Naturaleza, producto del aumento sobre el riesgo de ocurrencias de remociones en masa en el acantilado costero, debido a las obras de construcción y urbanización que continúan realizándose".
Junto a afirmar que es un error urbanizar ecosistemas frágiles y de alto valor natural, como campos dunares o humedales, Maisa Rojas sostuvo que "el cambio climático ha aumentado y seguirá aumentando la frecuencia, intensidad y duración de estos fenómenos, como olas de calor y precipitaciones extremas. Tenemos que entender el cambio climático como un multiplicador o amplificador de riesgos y que el costo de no hacer nada es mayor al de actuar con urgencia".
Cabe recordar que el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) publicó en enero una guía para anticiparse a este tipo de fenómenos en los proyectos de inversión y considerar el cambio climático, buscando integrar en la elaboración de declaraciones y estudios de impacto ambiental el análisis de los efectos adversos del fenómeno sobre los componentes ambientales.
PURANOTICIA
