Si bien, las causas que originaron el colapso del colector Reñaca Norte, ubicado en el sector de Cochoa, están siendo evaluadas por organismos técnicos, antecedentes aportados por la alcaldesa Ripamonti dan cuenta de una obra "que a todas luces tiene un problema".
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Dos emergencias en menos de dos semanas ha provocado el colapso del colector de aguas lluvia ubicado en el sector de Cochoa, en el límite entre Reñaca y Concón, situación que mantiene en alerta a las autoridades y con serias complicaciones a vecinos, automovilistas y turistas que transitan por el camino costero, el cual se mantiene con el flujo vehicular suspendido hasta que concluya el sistema frontal.
El pasado 10 de agosto, las lluvias provocaron que el colector Reñaca Norte sencillamente colapsara, situación que originó un importante desprendimiento de arena desde el campo dunar hacia la Av. Borgoño, el camino costero que une la Ciudad Jardín con la vecina Concón y el resto del litoral norte de la región. Esta transitada vía se mantiene con tránsito suspendido, a la espera de dar inicio a los trabajos.
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Pero a este hecho se sumó otro la noche de este martes 22, pues el colapso de esta obra hidráulica que fue diseñada el año 2005 para sacar las aguas lluvia desde diferentes espacios del sector de Cochoa se extendió hacia la parte alta, viéndose superada la infraestructura y causando la destrucción de la vía, materializada a través de la caída de un muro de contención que divide la estructura con la zona urbanizada.
Esto derivó en que las autoridades ordenaran la evacuación preventiva del edificio Kandinsky, ubicado a escasos 15 metros del muro de contención caído. La medida se tomó en consideración al peligro de que el daño se extendiera y que el acceso del edificio se viera obstruido. Así es como en horas de la noche de este martes se materializó la salida de 25 personas, moradores de 11 departamentos.
De igual forma, se solicitó a las empresas respectivas la suspensión del suministro de energía eléctrica, de agua potable y de gas, situación que lamentablemente afecta a los edificios contiguos que en este momento no se encuentran en situación de peligro.
Fue durante el proceso de urbanización del sector, específicamente del barrio Costa de Montemar, cuando el año 2005 se construyó el colector Reñaca Norte, obra diseñada para sacar aguas lluvia de la zona, aunque con una densidad poblacional muy diferente a la que existe en la actualidad. En consideración a esta situación, el año 2017 la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH), del Ministerio de Obras Públicas (MOP), sugirió ampliar el colector, sin embargo, esto no se materializó.
"Este colector se hizo el año 2005 con cierta cantidad de usuarios. El 2017 se añadieron nuevos usuarios y nuevos edificios. Los organismos técnicos hicieron las averiguaciones y sugirieron la ampliación del colector, pero no se hizo. Con el paso del tiempo y más usuarios, y ahora con el volumen de aguas lluvia, finalmente colapsó el 10 de agosto, cuando fue el último empujón que dio el colapso final de esto", explicó el seremi de Obras Públicas de Valparaíso, Yanino Riquelme.
Luego, la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, dio un paso más allá, y enfatizó que "esta es una obra que a todas luces tiene un problema, ya sea de ejecución o de sobrecarga, lo que tendrá que definirse en una investigación técnica. De todas maneras, esta es una responsabilidad del Estado, a través del Ministerio de Obras Públicas", a lo que agregó que "vamos a recomendar hacer la investigación para que se determine la responsabilidad del Estado de Chile".
En ese sentido, ahondó en el informe técnico emanado por la DOH el año 2017, el cual no es favorable respecto a la ampliación de los ramales, debido a que muchos de los nuevos edificios construidos se conectaron al mismo colector: "La definición técnica de qué es lo que ocurrió, quiénes son los responsables y si es responsabilidad del Estado o de algún privado, debe definirse en una investigación", sostuvo.
Por último, Ripamonti comentó que "vamos a informarles a los vecinos, vamos a disponer la información de todas las carpetas para las obras y las obras de los edificios, y vamos a disponerlos para los servicios del Estado, para que esta investigación avance, porque esto se construyó y se tendrá que reconstruir con dinero público, y es importante que se aclaren las responsabilidades".
Tras el colapso de la estructura el pasado 10 de agosto, el MOP dio inicio a un proceso de licitación exprés para buscar a un contratista que se haga cargo de las obras que permitieran superar el problema. No obstante, en mitad del camino vino el importante deslizamiento de arena hacia la Av. Borgoño y posteriormente la caída del muro de contención y la evacuación preventiva del edificio Kandinsky. Esto generó que se tuviera que cambiar el proceso administrativo, convocando a empresas de mayor magnitud.
"A lo que estamos abocados es a ver la restitución, cómo va a ser la solución integral para esta emergencia. Hoy tenemos convocadas a empresas de mayor calibre, para que se analice la situación y partir lo antes posible la solución. Desde el 10 de agosto estamos haciendo la licitación completa para poder entrar a trabajar lo antes posible. Nuestras licitaciones tienen tiempos y plazos. Lo hicimos en tiempo exprés. Entre medio se nos produjeron estas situaciones y, por lo tanto, lo que vamos a hacer es ampliar para poder partir lo antes posible y resolver la situación", dijo el Seremi.
La delegada presidencial regional de Valparaíso, Sofía González, también se refirió al proceso que viene ahora, indicando que "había un proyecto avanzado sobre mejoras a este colector que colapsó el 10 de agosto, pero ahora es necesario ampliar el proyecto y fortalecer las medidas de mitigaciones y la solución definitiva, la habilitación de calzada y reposición del colector. Esto, en atención de salvaguardar la vida de los vecinos y por eso es que solicitamos la evacuación preventiva".
Si bien, aún está en evaluación el daño provocado por el colapso del colector en el sector de Cochoa, las estimaciones respecto a los recursos que se necesitarán para materializar la obra hablan de un 50% adicional al cálculo inicial, que era de $1.000 millones, por lo que esta obra en Viña del Mar tendría un valor de $1.500 millones.
Acerca de los tiempos estimados para ejecutar los trabajos, estos aumentarían el doble, pasando de los cuatro meses que se habló en un principio, a ocho meses para hacer entrega de las obras definitivas, tal como lo dio a conocer la delegada González.
"El tiempo de reposición puede proyectarse a ocho meses en sus obras definitivas. Eso, sin perjuicio de que con anterioridad puede haber una habilitación parcial, como lo hicimos en la ruta internacional en Los Andes", manifestó la autoridad.
Por último, hizo hincapié en que "esto es algo que está en desarrollo. No ha parado de llover, además hay una presión hídrica que se mantiene en el lugar y hay erosión del suelo; por tanto, una vez superada la emergencia, tendremos mayores certezas respecto de qué hacer, en qué tiempos y cuáles serán las soluciones".
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