Licitación de un primer leaseback concluyó sin bancos interesados. Pese a ello, la administración municipal levantó un nuevo proceso en Mercado Público, para obtener $17.500 millones que destinarán a pagar la deuda histórica a trabajadores de la salud y educación.
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Tras más de un mes de movilizaciones de los trabajadores de la salud municipal de Viña del Mar a fines del año pasado, la administración de la alcaldesa Macarena Ripamonti resolvió el conflicto prometiendo ejecutar un leaseback para, con dichos recursos, pagar la deuda histórica con estos funcionarios de salud y educación de la comuna.
Cabe hacer presente que el leaseback es una operación en la que el propietario –en este caso el Municipio– le vende uno o varios inmuebles a una entidad financiera, para luego suscribir un contrato de arrendamiento sobre éste. Así se obtienen dineros de la venta, pero no se pierde el uso del inmueble. Así, al finalizar el contrato, la casa edilicia puede comprar nuevamente su activo a un valor determinado.
En ese sentido, la administración Ripamonti esperaba recaudar con esta operación alrededor de $17.500 millones ($17.517.806.100) para poder ponerse al día con la deuda histórica de las cotizaciones previsionales y descuentos de los trabajadores, tanto de la salud como de la educación municipal de la Ciudad Jardín.
Con este panorama, el Municipio de Viña del Mar acudió en enero a solicitar ante la Dirección de Presupuesto (Dipres), del Ministerio de Hacienda, que aprobaran la aprobación, la que recibió el visto bueno en marzo, dando inicio formal al proceso.
Sin embargo, las esperanzas puestas por la administración municipal sobre este millonario leaseback no arrojó resultados positivos, pues ningún banco mostró interés en prestarle los $17.500 millones a la casa edilicia para reorganizar su deuda.
Pero a pesar de este fracaso que significó un duro golpe para la alcaldesa Ripamonti y su equipo, su administración volvió nuevamente a la carga con la operación, levantando otra vez las bases de licitación en Mercado Público, confiando en que esta vez sí obtendrán resultados positivos por parte de alguna entidad bancaria.
La máxima autoridad comunal considera que esta vez sí tendrá éxito el leaseback; esto, basado en la activa participación que hubo durante el proceso de consultas y visitas de la primera –y fracasada– licitación. Y es que estiman que las 250 preguntas recibidas les permitirán mejorar la estrategia para hacer más atractivas las condiciones.
Esta situación fue criticada por el concejal René Lues (DC), quien señaló a El Mercurio de Valparaíso que las bases siguen siendo las mismas, lo que, a su jucio, genera que "las mismas condiciones implican los mismos riesgos". El edil sustenta esta afirmación en que las bases se construyeron a partir de la aprobación de la Dipres, las cuales no se pueden modificar tan fácilmente como estaría planteando el Municipio.
Otra de las críticas apunta a los altos intereses que tendrá que pagar el Municipio para devolver el dinero que le entregue el banco interesado. Y es que el leaseback de $17.500 millones generaría una cuota anual a 10 años, de $2.300 millones, correspondientes a 66.732 UF. En palabras simples, un banco le pasa $17.500 millones a la casa edilicia, la cual deberá devolver $23.400 millones ($23.427.697.777) en 10 años. Es decir, los intereses superarían los $5.900 millones en una década o $590 millones por año.
Si bien, este nuevo proceso de licitación fue criticado por el Concejo Municipal, desde la Confederación de Funcionarios de la Salud Municipal (Confusam) confesaron que tienen "altas expectativas" de este segundo proceso, confiando en que las nuevas bases recogerán las observaciones planteadas por los bancos participantes.
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