El arquitecto de la Universidad Técnica Federico Santa María (UTFSM), Randy Román, oriundo del sector de Forestal, en Viña del Mar, realizó un estudio acabado sobre los riesgos de incendios forestales en la Ciudad Jardín para su tesis de magíster en la Pontificia Universidad Católica (PUC) el año 2022. El documento concluye, entre varias otras cosas, la necesidad de generar una conciencia y conocimiento colectivo sobre los riesgos y reducción de los mismos entre la comunidad.
El trabajo se hizo el 2021 presentándose el 11 de marzo del 2022 en el Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Católica. Su objetivo principal fue determinar la influencia de las características del desarrollo de asentamientos informales respecto al riesgo ante incendios forestales en Viña del Mar analizando tres casos particulares: El campamento Felipe Camiroaga, el campamento Manuel Bustos y el barrio Viña Oriente.
Respecto del campamento Felipe Camiroaga, en Forestal Alto, Román señala que "lo más relevante y preocupante a la hora de estudiarlo fue notar cómo las viviendas se aglomeraban e integraban más al campo vegetal sin una división aparente. El campamento creció hacia las laderas rodeándose de matorrales y vegetación, lo cual provoca una situación de encierro sumado a que cuentan con una vía principal para evacuar la cual es fácil de colapsar sin una evacuación correcta. Esto pondría en peligro a todos los habitantes del campamento dejándolos sin opciones de escapar. Además de esto es el campamento más lejano de acuerdo a la ubicación de los cuarteles de bomberos de Viña del Mar por lo tanto el tiempo de arribo es sobre los 15 minutos".
En el caso del campamento Manuel Bustos, ubicado arriba de Villa Independencia, lugar fuertemente afectado por los incendios de principios de mes, indica que "las conclusiones respecto al estudio son que comparte algunos puntos negativos como zonas con agrupaciones de viviendas sin divisiones apropiadas y el contacto directo con vegetación que serían los focos de mayor riesgo frente a otras zonas loteadas y ordenadas".
Además, este campamento tiene algunos puntos a favor "como zonas urbanizadas que cuentan con iluminación y calles asfaltadas que ayudan a la movilidad de la evacuación (actualmente centros de acopio y por donde se moviliza la ayuda en vehículos), y está ubicado a una distancia favorable del cuerpo de Bomberos de Reñaca Alto, además de tener un multiplicidad de vías para operar y evacuar. El problema es si las vías inferiores del sector se obstruyen y si la dirección en la que avanza el fuego no permite el acceso al perímetro urbano".
Para el tercer caso, Villa Oriente, el estudio de Román advierte que "el crecimiento fue disperso, presenta buen distanciamiento entre las viviendas y cuenta con buen tiempo de arribo de Bomberos, pero los puntos desfavorables son como en los otros casos su materialidad liviana de viviendas altamente combustibles, su crecimiento ramificado hacia las quebradas en contacto con la vegetación y las vías autoconstruidas de difícil acceso sobre todo para equipos de emergencia. Además, actualmente creció hasta relacionarse directamente con los campamentos de Villa Rukán aumentando el numero de viviendas en la quebrada y el área de riesgo.
Román destaca en sus conclusiones finales que "el aumento del riesgo se debe a factores relacionados a la intervención antrópica que incrementan la exposición del campamento. La informalidad, autoconstrucción y desorganización aumentarían la propagación del fuego"; además "se comprueba que las etapas con mayor índice de capacidad de respuesta reducen el índice de riesgo. Entonces es necesario compartir la responsabilidad del cuidado del entorno" y "más allá del problema evidente de vulnerabilidad social y necesidad de urbanización, es necesario generar una conciencia y conocimiento colectivo sobre los riesgos y reducción de los mismos".
Asimismo, plantea que es importante "proyectar el conocimiento científico y nuevas tecnologías de medición en una normativa específica de mitigación y gestión de recursos para territorios complejos de Campamento Felipe Camiroaga en Forestal Alto. Lo más relevante y preocupante a la hora de estudiarlo fue notar como las viviendas se aglomeraban e integraban más al campo vegetal sin una división aparente, el campamento creció hacia las laderas rodeándose de matorrales y vegetación lo cual provoca una situación de encierro sumado a que cuentan con una vía principal para evacuar la cual es fácil de colapsar sin una evacuación correcta, esto pondría en peligro a todos los habitantes del campamento dejándolos sin opciones de escapar. Además de esto es el campamento más lejano de acuerdo a la ubicación de los cuarteles de bomberos de Viña del mar por lo tanto el tiempo de arribo es sobre los 15 minutos.
"FALTA CONCEPTO DE RIESGO DE INCENDIOS AL PRC"
Al respecto, Román explica que "soy de Viña del Mar de toda la vida y siempre he estado sometido a estas catástrofes y el panorama sigue siendo el mismo: Un país reactivo y para nada preventivo. Acá a la comuna le falta incorporar el concepto riesgo de incendios en su Plan Regulador Comunal para poder definir zonas de cuidado".
Eso sí destaca que en 2023 Viña empezó a asesorarse en la materia -post incendio del cerro Forestal de 2022- con instituciones pioneras en la investigación de riesgos, relata Román. "La idea era continuar esta tesis con un proyecto de diagnóstico periódico en estos sectores para definir estrategias puntuales de mitigación e ir bajando el índice de riesgo junto a los mismos pobladores, pero ese proyecto está complicado de ejecutar por diferentes factores y la tesis sólo quedó en un documento académico reservado, por eso mis ganas de difundirlo y que llegue a alguien que sí pueda implementarlo".
En torno a su trabajo, a propósito de los incendios de este mes, cuenta que "hay mucha gente que me ha pedido la tesis con bastante interés, así que por el lado de la divulgación científica me deja bastante conforme, tanto profesionales del área como personas ajenas al mundo técnico me han dicho que hay cosas bien interesantes, no pensé que se difundiría tanto pero me gusta la idea ya que es un trabajo que propone una metodología de medición innovadora y con mucho respaldo científico detrás, además toca puntos como la historia del desarrollo urbano de Viña, historial de incendios y expone las principales causas del riesgo de incendios, mide exposición, amenaza y capacidad de respuesta, conceptos que muchas veces son confusos".
A su parecer, lo primero que hay que hacer para evitar nuevas tragedias como las de este mes es "una actualización urgente, somos un país sometido a catástrofes y es ridículo que en una comuna azotada a incendios todos los veranos no se gestione un diagnóstico apropiado que cuide el desarrollo urbano. Los recursos están disponibles, la información tanto del territorio como de campamentos y las ideas innovadoras también. Falta coordinación y voluntad clara. No es sólo definir, diagnosticar e intervenir una zona, estarían evitando muertes de personas, fauna, flora, poner en riesgo a los voluntarios de equipos de emergencia y pérdida de recursos importantes. Se pide urgente un plan claro, organizado y sobre todo una voluntad por cambiar las cosas".
PURANOTICIA