Observación del Consejo de Monumentos Nacionales ante el Sistema de Evaluación Ambiental da cuenta de la ejecución de más de mil pozos arqueológicos, lo que no sólo retrasaría el anhelado proyecto, sino que también elevaría sus costos en más de $2 mil millones.
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En una zona tan rica en historia, como la región de Valparaíso, es relativamente común que se materialicen hallazgos arqueológicos. El problema radica cuando estos son encontrados en medio de grandes proyectos, los que terminan siendo largamente postergados, tal como lo establece el Consejo de Monumentos Nacionales.
Es cosa de recordar los retrasos del proyecto Parque Barón, en Valparaíso; o en las obras de mejoramiento del borde costero de Concón; o yéndose más atrás, a la construcción del estadio Lucio Fariña de Quillota. A estas iniciativas –entre muchas otras– se suma una más: la esperada extensión del Metro a Quillota y La Calera.
Y es que en el marco de las observaciones sobre el Estudio de Impacto Ambiental al proyecto, que lleva a cabo el Sistema de Evaluación Ambiental (SEA), el Consejo de Monumentos Nacional dio cuenta de la realización de más de mil pozos arqueológicos, cuya ejecución podría retrasar alrededor de dos años la llegada del servicio de trenes al interior de la región de Valparaíso.
Este nuevo revés de la esperada iniciativa anunciada en más de alguna Cuenta Presidencial se complica aún más debido a que los costos de las obras aumentarían en más de $2 mil millones, situación que podría incluso llevar a reevaluación el viejo anhelo de los vecinos de Quillota, La Calera y La Cruz.
Tal como era de esperar, esta información no cayó nada bien en la comunidad que, representada por el diputado Tomás Lagomarsino (Ind.-PR), señaló que "el costo por cada sondaje es de 60 UF ($2.134.500), lo que encarecería la obra y significaría que este gasto extra sería financiado con recursos de todos".
Por tal motivo, envió un oficio al Presidente de la Cámara de Diputados informando de esta observación que retrasaría el regreso del tren a la provincia de Quillota: "Solicito en mis facultades fiscalizadoras que se me informen las razones por las cuales se hizo esta observación y los efectos que tiene", expuso.
Lagomarsino también apuntó a flexibilizar la temporalidad en que pueden ejecutarse los pozos arqueológicos, de tal manera que puedan realizarse durante el desarrollo de la obra. Para ello, se propone obtener la Resolución de Calificación Ambiental con una parte de los pozos ejecutados y el compromiso de EFE Valparaíso de ejecutar el resto de los sondajes con el proyecto ferroviario en marcha, similar a lo realizado durante los trabajos del proyecto de Tren Santiago - Melipilla.
Este planteamiento también fue recogido por el alcalde de La Calera, Johnny Piraino, quien anunció que acudirá al Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio a solicitar que las fosas arqueológicas se ejecuten con las obras ferroviarias en marcha: "La Calera cuenta con un monumento histórico, como es la estación, y el regreso del tren no sólo nos beneficia con un medio de transporte de pasajeros limpio y rápido, sino que también estamos hablando de un rescate patrimonial, porque mientras más años se dilate el regreso del tren a La Calera, más se va a deteriorar la estación".
Por último, las autoridades parlamentaria y edilicia explicaron que su solicitud apunta a mejorar la conectividad, dar vida al patrimonio ferroviario comunal y agilizar los tiempos de espera en la habilitación del esperado proyecto que incluye seis estaciones para conectar a los vecinos de San Pedro, Quillota, La Cruz y La Calera en una vía férrea de 26 kilómetros de extensión, a los cuales se destinarán 15 nuevos trenes para realizar en 28 minutos el tramo desde Limache a La Calera.
PURANOTICIA
