Paola Castillo cuenta a Puranoticia.cl el calvario que ha debido enfrentar desde aquel fatídico 2 de febrero, día en que se comunicó por última vez con su madre, Rosa Alfaro, de 77 años. Desde entonces se encuentra desaparecida, pese a una serie de diligencias realizadas.
"Dile que se apure, que nos estamos quemando vivos". Estas fueron las desesperadas últimas palabras que Rosa Alfaro (77) le dio a su hija, Paola Castillo (54) mientras hablaban por teléfono, instancia en la que indicó que su hijo iba en camino a ayudarla. Esto ocurrió el viernes 2 de febrero, mientras todo se quemaba alrededor del sector Los Almendros B, en la parte alta de Viña del Mar, en lo que fue el primer día del megaincendio que arrasó con la vida de 135 personas y más de 8 mil viviendas de las comunas de Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana.
71 después de la tragedia, Paola Castillo cuenta en conversación con Puranoticia.cl que aún no tiene ninguna noticia respecto al paradero de su madre, salvo algunos pequeños comentarios que ha ido recibiendo de parte de sus propios vecinos, los que ha reconstruido para dar vida a este dramático relato que pasaremos a detallar.
Fue a eso de las 13:00 horas del viernes 2 de febrero cuando en la parte alta de Valparaíso, precisamente en el fundo Las Tablas, a un costado de la Reserva Nacional Lago Peñuelas, se originaron cuatro focos de incendio forestal. Fue tal la voracidad de las llamas que ni siquiera los esfuerzos de Conaf y Bomberos pudieron contrarrestarlas y se propagaron rápidamente, quebrada abajo, a otras tres comunas.
Ya con la catástrofe desatada en la Ciudad Jardín, Paola Castillo recibió con sumo temor la noticia de que estaban evacuando a la comunidad de Villa Independencia. De inmediato pensó en su madre, con quien compartía casa en Los Almendros B, una zona aledaña al sector evacuado. "Me puse muy nerviosa y sólo pensaba en mi mamá. Le hablo y le digo que debe evacuar, y ella me dice que ya se estaba quemando el pasaje en Los Almendros", cuenta, recordando de paso lo difícil que fue lograr entablar comunicación con su madre, ya que la telefonía no daba abasto.
Eran pasadas las 19:00 horas de aquel fatídico día y "el fuego ya estaba encima", dijo.
Luego logró conversar con algunos vecinos, quienes le dijeron que previamente a la llegada de las llamas vieron a su madre, Rosa Alfaro, de 77 años, mojando la casa con una manguera. Otra vecina, en tanto, le dijo que la vio salir corriendo, sin cerrar puertas y que ni siquiera se había llevado a sus tres perritos, una de ellas ciega, la más querida. "Murieron los tres perritos en la casa, pero mi mamá no estaba ahí y no ha sido encontrada hasta el día de hoy", relata con tristeza su única hija.
Tras ello comenzó la dura batalla por encontrarla, proceso que ha llevado en la más completa soledad. Primero, fue a realizar la denuncia por presunta desgracia ante Carabineros de la Tenencia Forestal, pero ahí se encontró con un primer obstáculo, pues contó que le dijeron que no podía hacerla: "Estaban cansaditos", recuerda, para luego afirmar que después de mucho discutirlo, finalmente le tomaron la denuncia. Los pasos siguientes los dio el sábado 3 de febrero, temprano en la mañana, a través de un doloroso recorrido por hospitales y albergues, pero sin rastro alguno de su madre.
"En ese proceso me dicen que en el Servicio Médico Legal (SML) hay cuatro cuerpos. Entonces me puse más nerviosa, pero vi que no coincidía con los cuerpos que ahí estaban", sostuvo. Luego se dirigió a la casa que compartía con su madre Levantaron escombros y buscaron con cuidado junto a sus hijos. Ya no quedaba nada. La vivienda –compuesta de madera, ladrillos y latas– estaba completamente destruida, salvo algunas latas y el cemento negro. Allí buscaron, pero sin conseguir nada.
Para hacer aún más terrible el calvario que vivía, ese día sábado 3 de febrero recibe la noticia que el fuego estaba amenazando con quemar los sectores altos de Chorrillos y Forestal (también en Viña del Mar), por lo que decide ir a ayudar a su hija, residente de este sector, para no tener que lamentar otra pérdida más. Estaban en este proceso cuando su hijo recibe en la noche un mensaje en su teléfono: "Encontraron a la Rosita". Estaba en el patio, que no revisaron exhaustivamente porque tuvieron que salir rápidamente a la casa de su hija, cuenta Paola Castillo a Puranoticia.cl.
De manera rauda llegaron a su casa en Los Almendros B, ingresó su hijo junto a personal paramédico que estaba en el lugar, sin embargo a los minutos regresan sin novedades. "Lo que pasó fue que al final de la calle murieron dos abuelitos, y ella se llamaba Rosa también. Entonces el WhatsApp era que la encontraron a ella, no a mi mamá". Esto –asegura– la tranquilizó, pero al paso de las semanas y sin novedades respecto al paradero de la señora Rosa Alfaro, confiesa hoy que "la verdad es que hubiera deseado haberla encontrado ahí, como sea, pero haberla encontrado".
El doloroso calvario de Paola continuó en el SML, hasta donde concurrió el viernes 9 de febrero, una semana después del megaincendio. Allí exigió que le tomaran muestras de ADN para que fueran cotejadas con los cuerpos hallados y que se mantenían como NN. Luego, en la Fiscalía le revelan un dato desolador: "Me dijeron que habían cuerpos que no iban a aparecer". Esto, porque "con la remoción de escombros la gente no sabe diferenciar y que sólo un ojo experto se da cuenta, porque creo que los cuerpos cambian demasiado y una persona común y corriente no es capaz de distinguir un cuerpo de entre los escombros o la basura", recuerda en base a lo que le dijeron en Fiscalía.
"Pasaron los días y yo iba a preguntar, y nada... y hasta el día de hoy, nada", expuso, junto a confesar que "siempre tuve la esperanza de encontrarla: primero, que no se quemara la casa; luego, de encontrarla en un albergue; después me di cuenta que eso no pasaría y esperaba encontrar su cuerpo; luego me di cuenta que tampoco encontraría su cuerpo, sino que sus restos. Y hoy ni eso he podido encontrar".
Paola Castillo aseguró también que "no me han llamado nunca de Fiscalía, no me ha contactado nadie, no me llamaron a tomar declaración ni a presentar testigos que la vieron durante el incendio. Nada de nada, me han ignorado completamente. Ya se hubieran contactado conmigo si estuvieran investigando".
De igual forma, criticó duramente a autoridades como la alcaldesa Macarena Ripamonti, recordando que ella "no hizo su trabajo, no hizo plan de evacuación, hubo poco desmalezamiento, del Jardín Botánico no se preocuparon, de los eucaliptus del troncal tampoco, entonces no se hizo el trabajo. La Alerta SAE llegó muy tarde (...) llegó cuando ya se estaba quemando todo. Cuando llegó la alerta a Villa Independencia, y yo llamé a mi mamá Los Almendros ya se estaba quemando".
También apuntó al Gobierno, señalando que "después del incendio decretaron toque de queda, pero no que la gente no tocara los escombros. Debieron haber dicho que no tocaran ni movieran nada, que iban a hacer un catastro de las personas que faltan antes de mover. ¿Cuál era el apuro? ¿Iban a darnos una casa al otro día? Estamos en Chile, el plazo es de cinco años. Debieron haber buscado a las personas primero. No porque sean personas que no votan no importan. Mi madre me importa. Soy hija única y estoy dando esta batalla solita. A mi madre a nadie le importa".
"El mensaje a las autoridades es que hagan su trabajo y que lo hagan bien", dijo.
Bajo este contexto, adelantó que cuando se declare la muerte presunta de su madre, Rosa Alfaro, iniciará acciones legales: "Como mi mamá está en calidad de desaparecida, que es muy conveniente que esté en esta lista y no como fallecida, porque así le bajan el perfil al incendio diciendo que "no fue tan grande". Como está en esa calidad, no puedo hacer nada, pero cuando pasen los seis meses, sí. Esto no puede quedar en la impunidad como siempre", afirmó.
Por último, cerró este dramático relato contando que todo este lamentable proceso vivido "trato de asumirlo cada día", reconociendo también que "estoy con ayuda médica, con medicamentos de salud mental y eso me tiene más tranquila. Antes lloraba a cada rato o me enojaba mucho, pasaba por diversos estados de ánimo y yo no era así. Yo nunca antes tomé antidepresivos, pero ahora los necesito".
PURANOTICIA