Un crudo diagnóstico fue el que entregó Diego Zamorano, de la Red Geocientífica de Chile, respecto al fenómeno producido en agosto y septiembre, el cual tiene a más de 200 vecinos sin poder habitar sus casas, luego que fueran evacuados de manera preventiva.
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Un crudo diagnóstico respecto al estado de los dos socavones que se registraron en agosto y septiembre, respectivamente, en el campo dunar de Reñaca y Concón, fue el que realizó el geólogo y miembro de la Red Geocientífica de Chile, Diego Zamorano.
El profesional y experto en la materia aseguró que las observaciones que han realizado demuestran que ambos socavones "siguen inestables", a pesar de los trabajos que ya se empezaron a realizar en la zona afectada por las intensas lluvias invernales.
"Hemos observado que ambos socavones siguen inestables, pese a los trabajos de mitigación que buscan darle firmeza al terreno, con una cobertura de rocas antes de su relleno definitivo", señaló el profesional al diario Las Últimas Noticias.
De igual forma, el geólogo que ha monitoreado el sitio mediante el sobrevuelo de drones, sostuvo que durante las lluvias del 10 de noviembre "se produjeron movimientos de suelo que destruyeron parcialmente los trabajos realizados".
Cabe recordar que las lluvias del 22 de agosto generaron un gran socavón a los pies del edificio Kandinsky, en el sector de Costa de Montemar. Luego, este fenómeno se repitió el 11 de septiembre, afectando esta vez a las torres Miramar A y B, y Santorini. Además, la totalidad de los residentes de estos inmuebles debieron evacuar sus departamentos, buscando proteger su integridad ante un eventual derrumbe.
Considerando que el diagnóstico del geólogo habla de inestabilidad en el sector, la académica UC e integrante del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres, Carolina Martínez, explicó que la situación podría verse aún más complicada ante posibles lluvias de verano: "Estamos en la fase cálida del fenómeno de El Niño, donde hay más lluvias y más agua concentrada en poco tiempo", explicó.
Ante esto, Diego Zamorano criticó lo "limitado" de los avances para superar el problema suscitado en la zona de las dunas, en el límite entre Reñaca y Concón: "El colector en problemas sigue en funcionamiento y no hay intención de reubicarlo en otro sector con mejores características geológicas", sostuvo el profesional.
Finalmente, ante la posibilidad de que los vecinos vuelvan a sus departamentos, dijo que los edificios afectados "actualmente no presentan daño estructural, por lo que pueden volver a ser habitables siempre que se garantice que las obras de mitigación han sido bien diseñadas y ejecutadas. Por eso es importante que estos trabajos, que consisten en el control de aguas lluvias y relleno de los socavones, sean terminados rápidamente, para que la estabilidad que hoy muestran los edificios no se vea comprometida con nuevas lluvias o sismos".
PURANOTICIA
