La iniciativa fue diseñada para brindar refugio y asistencia a personas en situación de calle durante situaciones climáticas adversas.
Columna de Pilar Espinoza, del Movimiento Valparaíso Ciudadano:
En medio de las intensas lluvias y temperaturas extremas que azotan a la comuna de Valparaíso, uno no puede evitar cuestionarse la ausencia del Plan Nacional Protege Calle, una iniciativa que debería ser un salvavidas en momentos como estos. Sin embargo, ¿dónde está cuando más se necesita?
El Plan Nacional Protege Calle fue diseñado para brindar refugio y asistencia a personas en situación de calle durante situaciones climáticas adversas, proporcionando refugio temporal y asistencia médica durante las noches. Sin embargo, su ausencia en Valparaíso durante estos días y los que vienen con condiciones climáticas extremas, deja al descubierto deficiencias y falta de priorización pública para quienes más lo necesitan.
La falta de activación del Plan Nacional Protege Calle en Valparaíso no sólo es una omisión administrativa preocupante, sino también reflejo de una falla sistémica en la atención a los más vulnerables de nuestra sociedad, una negligencia inaceptable ¿Cómo es posible que en pleno siglo XXI, los recursos disponibles, no se haya previsto y actuado con anticipación para proteger a quienes más lo necesitan?
Mientras las calles se inundan y el frío penetra hasta los huesos, es difícil no sentir indignación ante la inacción de las autoridades. ¿Dónde está el compromiso con el bienestar de todos los ciudadanos, sin importar su condición socioeconómica?
Es imperativo que las autoridades locales y nacionales respondan a estas preguntas y tomen medidas inmediatas para garantizar que situaciones como estas no vuelvan a repetirse en el futuro.
Desde la sociedad civil, desde las organizaciones sociales y desde las comunidades que realizan un trabajo voluntario y prosocial, nos parece que es necesario repensar planes de esta naturaleza. Tal vez este Plan así como está diseñado tampoco sirve; tal vez es tan básico que le estamos pidiendo más de lo que es y por eso no lo vemos actuando en concordancia con las necesidades de nuestra gente.
Quizás es el momento de demandar planes que sean oportunos, que sean integrales (no podemos pensar sólo en medidas asistenciales temporales), planes que eleven la dignidad de las personas, sobre el principio del respeto a las personas y su opción de vida. Planes que trabajen decididamente por el restablecimiento de sus derechos y garantías, con una política social pública de mayor estándar, y no una política de la misma pobreza que observamos en estas frágiles acciones estatales.
Valparaíso con Más derechos para todas y todos.
PURANOTICIA