El proyecto, único en el país, será de propiedad de los sindicatos socios de la Federación Bahía Narau, que dijeron estar "felices porque esto no es solo un proyecto productivo, sino que es una herramienta concreta para mejorar la calidad de vida de nuestros asociados".
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La Federación de Pescadores Artesanales de Bahía Narau, que agrupa a sindicatos de Quintero y Puchuncaví, anunció que el proyecto de la planta multipropósito entrará próximamente en su fase de licitación.
Esto, tras completar la fase de ingeniería y estudios, y obtener la mayoría de los permisos requeridos, lo que permite dar un nuevo paso hacia la concreción de una iniciativa inédita a nivel nacional: una planta procesadora de propiedad directa de los trabajadores de la pesca artesanal.
Hugo Poblete, presidente de la Federación, destacó que “nuestro equipo técnico ha sido meticuloso y ha ido cumpliendo paso a paso con este proceso complejo. Hoy estamos listos para iniciar la licitación de la empresa que va a comenzar la construcción. Estamos felices porque esto no es solo un proyecto productivo, es una herramienta concreta para mejorar la calidad de vida de nuestros asociados”.
Por su parte, el director del proyecto, Patricio Sepúlveda, explicó que la iniciativa ha sido desarrollada de forma “metódica y estructurada, para garantizar una licitación seria y eficiente. Las necesidades son muchas y los recursos escasos. Por eso optamos por un enfoque riguroso que nos permitiera converger a una solución real para los pescadores, con una proyección de crecimiento progresivo”.
En tanto, Jorge Sanhueza, director de sustentabilidad de Aguas Pacífico, valoró el impacto que tendrá esta planta en la cadena de valor de la pesca artesanal, diciendo que "este es un proyecto que busca fortalecer el sector, permitiendo que los pescadores puedan vender productos con valor agregado. Poco a poco vemos que esta idea empieza a materializarse en planos, maquetas y ahora en licitación. Es un avance concreto para la bahía y para la comuna”.
Cabe destacar que la planta será propiedad de los trabajadores, quienes serán también sus accionistas. A través de la producción, distribución y eventual exportación de recursos como la jibia, cuyo precio ha tenido un crecimiento explosivo en la última década, se espera fortalecer la autonomía de los trabajadores de la pesca artesanal y la economía local, favoreciendo la generación de nuevos empleos para la comunidad.
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