
La madre de este pequeño bebé ya no sabe qué hacer para que su retoño esboce una sonrisa, y es que pareciera que la seriedad es una constante en la temprana vida de este lactante, que no se ríe con absolutamente nada y por el contrario de lo “normal” antes los infructuosos intentos de mamá, mantiene permanentemente el ceño fruncido.