
El Chapo Guzmán y la actriz de telenovelas Kate del Castillo ya tienen su propia piñata. Este negocio del estado de Tamaulipas ha explotado su creatividad fijándose en el hombre de moda en México, el narcotraficante capturado por empezar a traficar con amor. Porque Joaquín Guzmán tenía una debilidad, una pasión. Quería seducir a la actriz como fuera. Una vez en libertad, quiso encontrarse con quien para él era lo mejor de este mundo. Se fijan en cómo iba vestido el Chapo cuando le capturaron.