Científicos han detectado ondas gravitacionales por segunda vez en la historia, confirmando la Teoría de la Relatividad General de Einstein.
Los científicos del Observatorio de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales (LIGO) anunciaron que por segunda vez han detectado ondas gravitacionales de dos agujeros negros en colisión, lo que confirma la Teoría de la Relatividad General.
El anuncio fue hecho este miércoles durante una conferencia de prensa que se ha celebrado simultáneamente en la Universidad Estatal de Moscú (Rusia) y la Asociación de Astronomía de San Diego (EE.UU.).
Los movimientos del tejido galáctico fueron captados por los dos detectores gemelos del LIGO ubicados en Livingston (Luisiana) y Hanford (Washington), el 26 de diciembre de 2015.
100 años de búsqueda
En 1916 Albert Einstein hizo pública su Teoría General de la Relatividad, en la que predijo la ondulación que comprime y estira el espacio-tiempo, generada por eventos tan extremos como explosiones de estrellas o choques de agujeros negros.
Desde entonces los científicos se devanaron los sesos buscándolas. Su ansiedad se manifestó en varias ocasiones, la última en marzo de 2014, cuando varios especialistas habían anunciado su detección, pero se trató de falsas alarmas.
¿Qué genera estas ondas?
Las ondas gravitacionales se asemejan al efecto que se produce en una cama elástica cuando algo cae sobre ella. Cuanto más grande es el objeto, más ondulación producen. Por ejemplo, en nuestro sistema solar las ondas gravitacionales más fuertes son aquellas que se deben a los movimientos del Sol y Jupíter.
En teoría la perturbación gravitacional es producida por materia que se mueve con aceleración variable. Las ondas más fuertes deben ser producidas o por colisión de dos objetos gigantes con aceleraciones pequeñas, como dos galaxias, o por dos objetos de menor masa pero con aceleración enorme, como la fusión de estrellas de neutrones.
Las ondas más fuertes son producidas o por la colisión de dos objetos gigantes con aceleraciones pequeñas (como en el caso de dos galaxias) o por dos objetos de menor masa pero con una enorme aceleración, como cuando se produce la fusión de estrellas de neutrones.
Por ejemplo, desde un punto de vista teórico, la colisión de dos agujeros negros causaría una onda masiva, lo que justamente fue detectado por el LIGO.
RT