Kobe Bryant se despide de la NBA anotando 60 puntos y guiando a L.A. Lakers en una increible victoria frente a Utah Jazz.
Lo que se vivió anoche en el Staples Center de California fue digno del guión de una película. Kobe Bryant jugaba su último partido profesional y el mundo se paralizó para gozar de ese espectáculo.
Desde temprano miles de personas comenzaban a llegar al Staples Center, ubicado en la Avenida Figueroa, en el centro de Los Ángeles. Muchas de estas agotaron las más de 18 mil localidades, mientras que el resto se limitaba a esperar el partido viendo las pantallas gigantes a las afueras del recinto.
La cantidad de gente volvió el ambiente caótico. Hasta 25 mil dólares se llegaba a pagar en una reventa por un asiento a un costado de la cancha para ver a los Lakers, aunque obviamente la pobre campaña del conjunto californiano no era el principal aliciente para esto. Kobe se despedía después de 20 temporadas del equipo que lo lanzó al estrellato mundial.
En la previa del partido, Los Ángeles Lakers junto a la NBA organizaron una ceremonia de reconocimiento, en la que los máximos exponente actuales e históricos de la liga le dedicaban sentidas palabras al que fuese MVP del año 2008. Famosos, deportistas y celebridades no querían quedarse fuera de esta fiesta: Jack Nicholson, David Beckham, Snoop Dog, Shaquille O'Neal, entre otros, fueron algunos de los que dijeron "presente" en el recinto californiano.
La ceremonia finalizó y Kobe respetuosamente agradeció con un gesto al público. Lo importante estaba por llegar.
Randle, Russell, Hibbert, Clarkson y Bryant fueron los elegidos de Byron Scott para enfrentar a Utah Jazz. El pobre historial del equipo de California esta temporada (15 victorias en 81 encuentros) preveía un triste final para el retiro de la "Mamba Negra". Aunque, aquel joven de 17 años que terminó en la decimotercera posición del Draft de 1996, tenía algo que decir.
El partido -como era de esperarse- mostró a un equipo de Scott bastante irregular. Mal en la defensa y fallando en el ataque. Gran parte del partido el equipo de Utah se mantuvo en frente del marcador. El entrenador de los Lakers cuidaba a su estrella: mientras Kobe jugó gran parte del primer cuarto, en el segundo casi no vio acción, dosificando para poder tenerlo la mayor parte del partido.
En el comienzo del tercer cuarto Utah consiguió por segunda vez la diferencia más alta del partido: 15 puntos. El final de Kobe parecía determinado a cimentarse sobre una nueva derrota, aun cuando su juego personal superaba la media: a esa altura del juego, Bryant llevaba más de 25 puntos a su favor. Pero poco a poco, el guión de esta película comenzaba a llegar a su clímax.
Luego de un merecido descanso Bryan Scott hizo ingresar a Kobe a la cancha. Y el cambio se notó: los Lakers comenzaron a controlar mejor las posesiones y organizaron de mejor manera las defensas, remontando de manera paulatina el adverso marcador.
Lyles y Hayward no podían contra la Mamba. El escolta de los Lakers anotaba y anotaba. Triples, dobles, penetraciones al tablero y tiros libres, sacaron a relucir lo mejor de su historial. A poco menos de un minuto del final Kobe ponía a su equipo a un punto de los Utah Jazz con un fantástico triple. 95-96 se veía en el marcador del Staples Center. A esa altura de la noche, la figura de la noche superaba los 50 puntos en su cuenta personal, algo nunca antes visto en el partido final de un basquetbolista de la NBA. Pero lo mejor estaba por venir.
Utah Jazz sufrió la pérdida de su posesión y el show de Bryant continuó. El escolta anotó un doble y consiguió una falta de tres tiros, anotando cada uno de ellos y logrando poner a su escuadra 99-96 adelante. Kobe alcanzaba los 60 puntos en el partido, superando a Anthony Davis como el jugador que más puntos anotó en la temporada regular de la NBA.
Para sellar la noche, una asistencia de la Mamba cruzó toda la cancha, encontrando a un compañero que con una clavada cerró el 101-96 con el que Los Ángeles soñaba despedir a su ídolo.
Los records de los Golden State Warriors pasaron a un segundo plano. Ni siquiera los 402 triples anotados en la temporada por Stephen Curry pudieron opacar a una de las leyendas de la NBA.
60 puntos, 4 asistencias y 4 rebotes en 42:09 minutos de juego fueron los responsables de convertir una noche cualquiera en una noche inolvidable. Los Ángeles Lakers se tiñieron de amarillo y morado para decir "Gracias Kobe". Mientras que el escolta emocionado agradecía y cerraba su carrera con un "Mamba Out".
AGENCIA UNO