El Instituto de Salud Pública alertó sobre el abuso de fármacos en estudiantes para mejorar su rendimiento y concentración.
Las bebidas energéticas llegaron a Chile en 2001 y desde ahí han crecido de manera explosiva. Si bien al principio se pensó que estaban destinadas a suplir la energía que perdían las personas tras largas jornadas deportivas, hoy su uso se ha diversificado. Muchos las utilizan para mantenerse despiertos y activos durante las fiestas, para aplacar los efectos de una salida nocturna, para estar más atentos en clases y hasta para preparar un examen o una importante presentación en el trabajo.
¿Realmente las bebidas energéticas pueden tener esos efectos en el organismo? "Sí, tienen un efecto estimulante del sistema nervioso central, que se traduce en la sensación de energía para realizar alguna actividad. Su consumo está principalmente asociado a la vida nocturna, al deporte y actualmente al cotidiano mundo laboral y estudiantil, transformándose en la categoría de las bebidas refrescantes que más crece en el mercado desde el año 2012", explica Stefanie Chalmers, docente de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico.
Aunque hoy en día el usuario determina para qué fin consumirá este producto, el código sanitario chileno considera a las bebidas energéticas como "alimentos para deportistas".
En este sentido, la especialista aclara que es importante entender las diferencias entre las bebidas energéticas y las deportivas. "Las bebidas energéticas (con elevado contenido de cafeína) y las bebidas isotónicas (con sales minerales y glucosa que favorecen la hidratación) no son lo mismo. Es un riesgo confundirlas, ya que el consumo de cafeína, a pesar de generar un efecto positivo en algunas disciplinas deportivas y bajo condiciones bien específicas, tiene un efecto diurético que contribuye a la deshidratación, consecuencia indeseada en un deportista", asegura la especialista.
Sin embargo, ya no son sólo los jóvenes deportistas o fiesteros los que utilizan las bebidas energéticas para sus actividades, sino que también los trabajadores acostumbran a tomar algunas latas para aumentar su atención y actividad en el trabajo.
Los riesgosos efectos secundarios
La nutricionista Chalmers advierte que la ingesta regular de bebidas energéticas puede ser muy perjudicial para la salud y que por ello los consumidores deben estar bien informados y saber que, además, el 'efecto rebote' puede llegar a ser muy grande.
"El consumo de las bebidas energéticas debe ser responsable y con absoluta conciencia de la decisión de la ingesta para que sus efectos positivos y/o negativos no sean una sorpresa. Además contienen sustancias estimulantes del sistema nervioso central como la cafeína, que se vincula con un efecto rebote o depresor luego de unas horas de su consumo. Es por eso que el estudiante o trabajador que desea usar estos refrescos debe considerar ese efecto no deseado", recalca la especialista.
Y agrega "los efectos nocivos del consumo de cafeína a corto plazo pueden darse a cualquier edad. Dentro de ellos está la dependencia que puede causar, el riesgo cardiovascular y las consecuencias neurológicas asociadas a ingestas que bordean los 550 mg/día, lo que podría conducir a repercusiones graves inmediatas en personas susceptibles", asegura la nutricionista.
Una bebida energética es la "bomba" de múltiples componentes como carbohidratos, proteínas, lípidos, vitaminas, minerales y aminoácidos.
Entre los ingredientes de una bebida energética, es la cafeína la que más daño hace, sobre todo en los adolescentes. En promedio, una lata de este producto puede tener entre 80 y 100 mg de cafeína, sin sumar las no incluidas en la lista total, procedentes de aditivos tales como guaraná, nuez de cola o mate.
Otro de los elementos que hay que tomar en cuenta es la taurina sintética. Hay unos 1000 miligramos en cada lata de una bebida energética. "La taurina es un aminoácido que el organismo utiliza abundantemente en situaciones de estrés y durante la actividad física. Se recomienda no superar la ingesta de 100 a 150 mg/día en un adulto", apunta la experta.
AGENCIA UNO