Los menores que tienen menos tiempo para comer suelen dejar de consumir más alimentos, como la leche o los vegetales y estarían menos dispuestos a elegir frutas, según un estudio.
En repetidas ocasiones se ha discutido sobre el aporte nutritivo de los alimentos que consumen los niños en las escuelas. Incluso la discutida "Ley Super 8", generó un gran debate acerca de lo que se vendía dentro de los establecimientos. Pero hay otro factor que sería determinante en mejorar lo que ingieren los más pequeños.
Según una investigación de Harvard T. H. Chan School of Public Health, estudiantes con menos de 20 minutos para almorzar en el colegio consumen una significante menor cantidad de sus platos, leche y vegetales que aquellos que no tiene límite de tiempo para hacerlo.
"Muchos niños, especialmente los de familia de menores recursos, basan en las comidas en el colegio hasta la mitad de su ingesta diaria de energía, así que es esencial que le demos a los estudiantes una suficiente cantidad de tiempo para comer sus almuerzos", explicó Juliana Cohen, una de las autoras del estudio.
Mientras hay cada vez más discusión y lineamientos sobre la calidad nutricional de los almuerzos escolares, no hay una norma relacionada a la duración del los almuerzos. Muchos estudiantes tienen periodos de almuerzo de 20 minutos o menos, lo cual puede ser un tiempo insuficiente para comer, de acuerdo a los autores.
Los investigadores querían examinar el efecto de la duración del periodo de almuerzo en la elección de la comida de los estudiantes y su ingesta. Observaron a 1.001 estudiantes en seis escuelas, con periodos de almuerzo de 20-30 minutos, en un distrito escolar urbano de bajos ingresos en Massachusetts, como parte del estudio "Modifying Eating and Lifestyles at School (MEALS)", cooperación entre el proyecto "Bread" y el Harvard Chan School.
Analizaron la selección de comida de los estudiantes y el consumo, monitoreando qué fue dejado en sus platos al final del tiempo para comer.
Los investigadores encontraron que los estudiantes con menos de 20 minutos para almorzar consumieron 13% menos de sus platos, 12% menos de sus vegetales y un 10% menos de leche en comparación a los estudiantes que tuvieron 25 minutos para almorzar.
Si bien no hubo diferencias notables entre los grupos en términos de selección de platos, leche o vegetales, los que tuvieron menos tiempo para comer estuvieron significativamente menos dispuestos a elegir una fruta (44% contra 57%). Así también, hubo mucho más comida desechada entre los grupos con menos tiempo para comer.
Esperar en la fila y llegar tarde a almorzar, a veces dejó a los menores con menos de 10 minutos para sentarse y comer. Los investigadores reconocieron que mientras no todas las escuelas puedan ser capaces de aumentar sus periodos de almuerzo, ellas podrían desarrollar estrategias para que las filas de servicio avancen más rápido, agregando más filas o creando sistemas automáticos de pago.
"Estamos sorprendidos por algunos de los resultados porque yo esperaba que con menos tiempo los niños podrían rápidamente comer su plato y beber su leche pero deshacerse de todas sus frutas y vegetales", dijo Eric Rimm, otro de los autores. "No fue así. Encontramos que ellos tienen un buen comienzo, pero no pudieron siquiera estar cerca de finalizarcon menos tiempo para comer", concluyó.
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AGENCIA UNO